Manual para huéspedes
Transitar hacia un modelo de "atención centrada en las relaciones"
Dice Jose Carlos Bermejo en un artículo reciente que en el mundo de la salud - y no sólo en ese ámbito, pienso yo -, hay que ir transitando del modelo “atención centrada en la persona” al de “atención centrada en las relaciones”. Parece ser que, con tanta fervorosa dedicación a cuidar y defender la propia autonomía, se nos va hinchando como un globo, ocupa todo el espacio y solo entiende el lenguaje de los derechos y las reclamaciones.
Las recomendaciones de Jesús a los discípulos al enviarlos en misión (Mc 6, 7-13) son una guía perfecta para evitar semejante atrofia y facilitar el tránsito hacia la alteridad: el ir sin provisiones ni repuestos les pone en el modo confianza , teniendo que depender – palabra tabú, lagarto, lagarto - de la hospitalidad que les ofrezcan. Tienen que sacudirse la preocupación por ir bien equipados (- no olvidar otros zapatos por si llueve, espero que no haya comida procesada, ¿habrá wifi…?), dispuestos a ofrecer lo que tienen y a recibir con naturalidad lo que necesitan.
No llegan como huéspedes autónomos, empoderados y suficientes que espetan al llegar: “- No necesito nada, muchas gracias, traigo todo lo que me hace falta: mariposa cervical, repelente anti mosquitos, leche sin lactosa y pan integral”. Esa suficiencia es una embolia que detiene el flujo del sencillo compartir y no hay otro anti-coagulante más eficaz que el reconocimiento de las propias carencias y la gratitud por la generosidad ajena. Se instaura un modo de relación más allá del trueque o el intercambio, en la que no se generan deudas sino redes y vínculos.
Dar gratis lo recibido gratis. Si eran portadores – como nosotros- de un Evangelio del que no eran dueños, había que confiar en que se abriría camino misteriosamente, a través de sus desvalimientos y torpezas.
Porque el Evangelio es, - lo decía Karl Rahner- una pesada carga ligera: crees que eres tú quien lo lleva, pero es él el que te lleva a ti.
Vida Nueva, Agosto 2024