Queridos amigos:
El calor va apretando y el descanso va llamando a la puerta, por lo que intentaré aprovechar durante este mes de agosto. Pero antes, quería agradecer vuestro acompañamiento a través de este blog cargado con todo tipo de noticias y sentimientos según éstas se han ido sucediendo a lo largo de todo el curso. A veces con dolor por acontecimientos vividos, otras llenas de gratitud que también las ha habido, pero siempre mirando al futuro con esperanza y tesón.
Estos días las noticias se centran en los terribles incendios que asolan nuestro país, la mayoría provocados y lo peor de todo: con pérdidas de vidas. Esta España árida y desértica será la herencia que dejaremos a futuras generaciones y todo lo que ello conlleva… Nos falta conciencia. Todo lo que no nos ataña directamente se nos olvida enseguida, creo que el ego nos puede…
Otro acontecimiento que nos sobresaltaba y llenaba nuestros corazones de impotencia y dolor eran los nuevos atentados de ETA con las tan repetidas y cuestionadas preguntas: por qué, hasta cuando… el silencio y la oración se anteponen a la palabra, a veces siendo estos más significativos.
En último lugar y no menos importante, cómo no hacer mención a pesar de que la mayoría de mis compañeros ya lo han hecho de una forma u otra, de lo que una vez más nos está tocando vivir en esta nuestra Iglesia de la que todos formamos parte. Mis sentimientos son de dolor ante la determinación que ha tenido que adoptar Juan Masiá. No pretendo meter más el dedo en la llaga, que ya se ha hecho bastante. He intentado que este no sea el estilo de mi, nuestro, blog “un minuto para el encuentro”, como así se denomina. Intento generar la menor polémica posible y que sea más un espacio para poder compartir. Pero soy consciente, que una vez más, se intenta silenciar una voz y la palabra no puede ni debe silenciarse. Juan siempre ha sido portadora de ella, es una persona sabia con la que podremos o no estar de acuerdo, creo que lo bonito es la diferencia de opiniones, eso siempre ayuda a crecer, pero también con respeto, algo de lo que han carecido muchas veces los comentarios y opiniones que hacían referencia a sus artículos.
A veces me cuestiono cómo hablar de unión entre las diferentes religiones si ni siquiera dentro de nuestra Iglesia no nos ponemos de acuerdo…
Juan sigue, y lo hace a través de su wed: www.juanmasia.net porque la palabra no puede ser silenciada. Creo que es un derecho de toda persona, naturalmente, con respeto, y él lo ha sabido demostrar en todo momento.
No suelo extenderme tanto, creo que no es bueno y cansa a los lectores, pero esta vez y como excepción, pienso que era necesario.
Dios sigue abriéndose paso en medio de las turbulencias, sólo tenemos que estar atentos…
Gracias por estar ahí. Os deseo un feliz verano y en septiembre nos volveremos a reencontrar si así lo deseáis.