Un santo para cada día: 5 de mayo San Ángel de Sicilia. (Un carmelita fiel a su vocación)

San Ángel de Sicilia: la visión de Domingo y Francisco
San Ángel de Sicilia: la visión de Domingo y Francisco

Los carmelitas le consideran y veneran como mártir; en 1456 el Papa aprobó su veneración. Se le suele representar con el hábito de Carmelita y una espada o puñal clavado en el pecho y tres coronas sobre su cabeza, que simbolizan su pureza, su elocuencia y su martirio

Ángel nació en Jerusalén, hacia 1185. Pertenecía a una familia judía, que posteriormente se convierte al cristianismo. Tras la muerte de sus padres toma al hábito como Carmelita en un convento a las afueras de Jerusalén. Después va al convento del Monte Carmelo, donde hace la profesión solemne. Allí es ordenado sacerdote a los 25 años.

Según se pudo saber, tuvo una aparición del Señor, en la que le anunciaba todo el mal que le sucedería a la Tierra de Jesús, con la invasión musulmana: guerras, hambres, pestes, etc. Le dijo el Señor que él iría a Occidente a predicar la paz, la conversión y la misericordia de Dios.

Hacia 1218, los Carmelitas le encomiendan a él y a otros frailes, que fueran a Roma para obtener del Papa Honorio III la confirmación de la nueva Orden del Carmelo y la Regla por la que se regiría esa Orden. Se cuenta que la nave en la que viajaban fue atacada por los sarracenos y todos los que viajaban en ella fueron bárbaramente torturados, pero salieron con vida del percance.

Llegaron por fin a Italia y allí predicó Ángel en Messina y también en Civitavechia. El Papa Honorio III le invitó a predicar en Roma. Durante un sermón en San Juan de Letrán, supo por inspiración divina, que se hallaban presentes Domingo de Guzmán y Francisco de Asís, que habían acudido a Roma por asuntos de sus respectivas Órdenes. Ángel no los conocía, pero al subir al púlpito dijo que entre sus oyentes “había dos nuevas y firmes columnas de la Iglesia”. Ellos quedaron sorprendidos y quisieron conocerle y se cuenta que se abrazaron los tres como si se conocieran de siempre. En la celda donde se hospedaba Domingo de Guzmán había una inscripción en latín que recordaba este memorable suceso.

Ángel pasó después a Sicilia y se hospedó en Palermo, con los monjes basilios de Santa María de la Grotta y allí predicó durante 40 días. Dicen que por donde pasaba hacía milagros y curaba a los enfermos. Recibió muchas gracias del Señor, sobre todo el don de profecía y el de hacer milagros, mostrándose siempre muy devoto de la Santísima Virgen.

San Ángel de Sicilia. (Un carmelita fiel a su vocación)
San Ángel de Sicilia. (Un carmelita fiel a su vocación)

Hacia el 1220 llega a Licata (Agrigento) y allí estuvo un tiempo predicando, luchando contra la herejía de los cátaros (llamados albigenses en otros lugares). Un día, cuando predicaba en la Iglesia de los Santos Felipe y Santiago, un cátaro, indignado porque el  religioso carmelita había convertido a su hermana al cristianismo, le atacó hiriéndole de muerte con su espada. Murió 4 días después, el 5 de mayo de 1226, perdonando al causante de su muerte. Fue enterrado en esa misma iglesia, que se convirtió en lugar de peregrinación.

Los carmelitas le consideran y veneran como mártir; en 1456 el Papa aprobó su veneración. Se le suele representar con el hábito de Carmelita y una espada o puñal clavado en el pecho y tres coronas sobre su cabeza, que simbolizan su pureza, su elocuencia y su martirio.

Reflexión desde el contexto actual:

Ángel de Sicilia será recordado porque supo testimoniar lo que predicaba. De él podemos aprender a hacer siempre las cosas para gloria de Dios, salvaguardando así la pureza de intención, sin cuya condición nada de lo que hacemos merecería la pena. Su vida es un ejemplo admirable que nos anima a defender y predicar siempre la verdad, sin tener en cuenta las consecuencias que de ello pudieran derivarse y por último al morir perdonando nos está diciendo que todo el que se considere seguidor de Cristo ha de hacer lo mismo.

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