Celebran Encuentro Anual de Comunidades Asociadas y la XXII Asamblea General Ordinaria CVX-RD LA CVX -RD es Amor y Esperanza
“Reflexionar sobre el Amor y la Esperanza, la Compasión y la Misericordia, con aquellos que no siempre están en la primera línea de atención: pobres, desvalidos, incapacitados, excluidos por su cualquier razón, marginados, las víctimas de guerra, de violencia, los menores despreciados, las mujeres asesinadas, entre otros".
La CVX se reconoce como una comunidad mundial, ignaciana y apostólica que se basa sobre todo en una vocación laical
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
Bajo el lema: “Somos Amor y Esperanza” las Comunidades de Vida Cristiana (CVX) en República Dominicana vivieron su vigésima segunda Asamblea General y Encuentro Anual. Decenas de laicos de espiritualidad ignaciana se dieron cita, el 5 y 6 de abril, en Manresa Altagracia para vivir bajo el método de conversación y planificación espiritual, una experiencia única de encuentro comunitario con la persona de Jesús.
Maribel Justo, presidenta de la CVX- RD, en las palabras de bienvenida puntualizó que la resurrección de Jesucristo y este Encuentro de Comunidades y Asamblea, son una invitación a “reflexionar sobre el Amor y la Esperanza, la Compasión y la Misericordia, con aquellos que no siempre están en la primera línea de atención: pobres, desvalidos, incapacitados, excluidos por su cualquier razón, marginados, las víctimas de guerra, de violencia, los menores despreciados, las mujeres asesinadas, entre otros.
Para el momento de formación el invitado fue Gabriel Pablo Fernández Gil, quien actualmente es presidente del Consejo Ejecutivo Nacional de la CVX en Uruguay. Él, junto a Ivette Cáceres, líder de equipo de formación de CVX-RD, desarrollaron el tema de la conversación espiritual.
La eucaristía fue una oportunidad única para renovar los votos comunitarios y poner en manos de Dios el accionar de una familia de laicos ignacianos, que actúa desde la contemplación profunda y ecológica de su realidad.
La CVX se reconoce como una comunidad mundial, ignaciana y apostólica que se basa sobre todo en una vocación laical. Al salir, cada participante salió con el desafío de contagiar a los demás compañeros y a la sociedad sobre cómo encarnar nuestra fe en las realidades concretas de nuestra nación.