"El sentirnos Iglesia no depende de la educación, ni de ningún tipo de pecado social, depende de la fe" Moisés Sandoval: “Escribir historia ha sido para mí la oportunidad de combatir los estereotipos, de desmentir la idea de que los latinoamericanos somos perezosos"
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"Los laicos latinoamericanos hemos debido ser enérgicos para decir que sí contamos en la Iglesia norteamericanas y deseamos participar"
"La historia que yo he logrado escribir ha sido una historia de lucha"
"Creo que un reto grande es pasar de las estructuras a la formación de verdaderas comunidades de fe. El sentirnos Iglesia no depende de la educación, ni de ningún tipo de pecado social, depende de la fe"
"Creo que un reto grande es pasar de las estructuras a la formación de verdaderas comunidades de fe. El sentirnos Iglesia no depende de la educación, ni de ningún tipo de pecado social, depende de la fe"
Julio Pernús corresponsal en República Dominicana
Moisés Sandoval, pionero de la Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia en América Latina (CEHILA) así como de la recuperación de la historia del cristianismo latino en Estados Unidos, cumple con una de las características que Rysard Kapuściński atribuye a los profesionales de éxito en cualquier área, la humildad. Desde su labor ha defendido con pasión su deseo de acercar a la Iglesia norteamericana con su origen latinoamericano. Libros suyos como, En movimiento: Una historia de la iglesia hispana en los Estados Unidos, es un referente del trabajo de CEHILA en acompañamiento a las comunidades vulnerables. Conversar con él es recorrer el pasado de una Institución que ha relatado al sujeto católico desde su realidad.
JP- Cuánto influyó su infancia en su deseo de convertirse en historiador de la religión.
Moisés Sandoval- Crecí en un área de Nuevo México muy pobre. Nos mudamos a Colorado y nos instalamos ahí. De esa experiencia aprendí lo que significaba ser uno de los que no cuentan, pues nos enseñaban que los mexicanos no eran humanos. Nos decían que ser de México nos colocaba por detrás de los aborígenes primitivos que habitaban estas tierras. Cada barrio tenía una zona de mexicanos y se identificaba entre otras cosas por un basurero. En la Iglesia íbamos a la misa en español, pues no éramos muy bienvenidos en el resto de las eucaristías que eran en inglés.
JP- Cómo se introduce dentro del ambiente académico
Moisés Sandoval- Gané una beca para Columbia University donde estudié relaciones internacionales. Mi vínculo con CEHILA en Estados Unidos se debe a Enrique Dussel. Él quería que nosotros escribiéramos la historia de la Iglesia Hispana en Estados Unidos, ese sería el décimo volumen de una Historia Continental. Recuerdo que el recién nombrado obispo, Ricardo Ramírez, me invitó a cenar con él pues tenía cercanía con la CEHILA Continental. Él me dijo que si me comprometía a publicar el texto me ayudaría con los fondos suficientes para su impresión. Así con esos pequeños vínculos comenzó CEHILA en Estados Unidos.
JP- Cuáles fueron los retos que debió asumir para la culminación de su libro
Moisés Sandoval- Recorrer el país, sin dudas, fue uno de ellos.Recibí gracias al apoyo de instituciones vinculadas a la investigación fondos para viajar por todo Estados Unidos y entrevistar líderes, no solo religiosos, sino vinculados también al mundo de la política. Algunas de estas personas me facilitaron el acceso a sus archivos personales. Esa investigación me favoreció el poder conocer a muchos líderes hispanos en Estados Unidos.
JP- Algunos retos que le ha representado a usted ser parte de CEHILA USA
Moisés Sandoval- Recuerdo cuando me pidieron ser el coordinador de CEHILA – Estados Unidos y pregunté: ¿hay fondos para algunas reuniones? Recuerdo que con el favor de varios amigos académicos podíamos pensar y materializar encuentros y hospedarnos en varias universidades que favorecían ese tipo de intercambio.
JP- ¿Cómo hacían para financiar CEHILA en ese contexto?
Moisés Sandoval- En un momento como secretario ejecutivo de CEHILA continental tenía que recabar fondos y yo no sabía si podía hacerlo. Nunca había hecho ese trabajo, pero me reuní con un amigo de Maryland que me dio un buen consejo. Él me planteo que si deseaba que me prestaran atención las agencias debía de viajar siempre en trenes de segunda clase y quedarme en hoteles muy simples. La idea era hacerles ver que, si me daban el dinero, yo era una persona que deseaba cuidarlo y emplear de forma consiente su inversión.
JP- Hubo momentos de tensión en la CEHILA Continental
Moisés Sandoval- Claro que hubo tensiones en la CEHILA Continental, es parte de vivir juntos, luchar juntos, tener pasión por lo que estamos haciendo. En 1988 vino la invitación para ir a una universidad norteamericana para hacer un simposio allá sobre la historia de la Iglesia hispana. El primer libro en formato de revista de CEHILA-Usa fue conformado con estas ponencias. Con ese antecedente la universidad de Notre Dame nos invitó a un grupo de nosotros a diseñar y publicar la historia de los mexico-americanos en los Estados Unidos en tres volúmenes.
JP- Qué ha representado para usted el poder escribir sobre la Historia de la Iglesia y los latinos
Moisés Sandoval- Escribir historia ha sido para mí la oportunidad de combatir los esteriotipos, de desmentir la idea de que los latinoamericanos somos perezosos, que no somos humanos desde el punto de vista “americano” y, por tanto, no contamos. La historia que yo he logrado escribir ha sido una historia de lucha, donde he debido nombrar a los actores, sean quienes sean, que no nos han servido bien a nosotros, el pueblo pobre. Los laicos latinoamericanos hemos debido ser enérgicos para decir que sí contamos en la Iglesia norteamericanas y deseamos participar. No deseamos que nuestra espiritualidad sea borrada por un poder, deseamos que se sepa todo lo que ha aportado nuestra experiencia latinoamericana a nuestra relación con Dios.
JP- Qué puede aportar CEHILA en el 2025 a las Ciencias Sociales
Moisés Sandoval- Lo que podemos aportar es nuestra experiencia. Nosotros siempre partimos de una pregunta experiencial, ¿cómo pueden los pobres dar su aporte? Creo que un reto grande es pasar de las estructuras a la formación de verdaderas comunidades de fe. El sentirnos Iglesia no depende de la educación, ni de ningún tipo de pecado social, depende de la fe.