Jesús quiere hacer Epifanía (Manifestación) en el país a través de los cristianos.

EPIFANÍA DEL SEÑOR AÑO B. Domingo 07.01.2017.

Mateo 2, 1-12.



En un Curso Latinoamericano de Teología de la Liberación, para poner en práctica el Vaticano Segundo, se nos insistió mucho que la Evangelización siempre tiene Anuncio, Denuncia y Convocación. En esta fiesta de la Epifanía trataré de poner en práctica esas advertencias.



ANUNCIO:



Epifanía: La Manifestación de Dios. Dios se manifiesta con un Amor Infinito. Ama a los hombres sin exclusión. Dios está al alcance de todos. Tiene un rostro de Bondad y Amor Universal. A Dios nadie puede controlar ni administrar. Tampoco encasillar ni guardar como quien atesora, para sí, en una caja de fondos.

El Amor de Dios ha explosionado. Y alcanza en su infinitud para todos. No ha permanecido indiferente ante la humanidad caída. Se ha abajado. Se ha inclinado con amor para curar las heridas de todos. Su Amor y Salvación es Universal. ¡Bendito sea Dios!



Dios se manifiesta, en su amor y misericordia, encarnada en la persona de Jesús, no sólo al pueblo escogido. Dios es Buena Noticia también para la gente representada en los Magos. Esto quiere decir que el anuncio del Nacimiento de Jesús es para todos. No hay exclusión en el cumplimiento de las promesas de salvación de Dios. Con el Nacimiento de Emmanuel: Dios- con- nosotros, se llama a todos a recibir la salvación y liberación integral, que Jesús trae, como enviado del Padre. Los Magos eran de Oriente. Por tanto la salvación no es exclusiva de los hijos de Abraham. No hay que pensar ni decir en forma exclusiva(excluyendo):

"Nosotros somos hijos de Abraham. Porque yo les aseguro que de estas piedras Dios puede sacar hijos de Abraham". (Lc. 3,8).

Hoy día diríamos: el Amor y la Misericordia de Dios, Encarnada en Jesús, no es un privilegio sólo de los cristianos y católicos. No tiene límites ni fronteras. Dios ama a todos los hombres. Y siguiendo al gran Papa Paulo VI diremos, reiterando la Buena Noticia: el Anuncio de la Salvación es para "todo el hombre y para todos los hombres". Es un Evangelio Universal: Jesús Universal. Tan Universal, que "nada de la experiencia humana es ajena a la Evangelización".
La Evangelización es Universal, y entonces, es "Católica".

Los católicos, según el Señor, somos universales, abiertos a todos, sin muros, con apertura y con mucho horizonte. El católico debe pensar y actuar como tal. Su gozo apostólico y su compromiso evangelizador y misionero, lo hace comprender que la salvación de Cristo es para todos. ¡Qué alegría! Mi compromiso me conduce al camino de abrazo y hermandad con todos. Esto es para hombres de corazones grandes y abiertos. Qué importante somos para Jesús, si nada más y nada menos, somos sus instrumentos, para poner su salvación y liberación al alcance de todos, sin exclusión alguna. Somos apóstoles de un Dios infinito y universal en su amor. El amor de Dios no tiene fronteras. Tampoco, el amor de Dios, derramado en nuestros corazones:

"Vayan y prediquen hasta los confines de la tierra".

Así lo dice el Señor en su Evangelio. Y nosotros tenemos la dicha de cumplirlo. En este contexto, entrando a un asunto personal, quise hacerme eco del pedido de los más pobres, en las elecciones presidenciales de 1993. Se trató de aprovechar esa coyuntura nacional electoral, para ir a las fronteras pastorales, y anunciar la Buena Nueva desde los pobres, en los pobres, por y para los pobres, pero a todos los chilenos sin exclusión. Fui inscrito como pre-candidato en primarias del MIDA, por Comando Ecuménico de los pobres. Había otros cuatro pre- candidatos en esas primarias. El Partido Comunista inscribió como su pre- candidata a Gladys Marín. Salí como candidato de consenso. Sé que he sido incomprendido criticado, calificando mi persona, incluso de comunista, por gente equivocada. No soy comunista. Nunca lo fui y nunca lo seré.
Estaban equivocados. Los perdono. Yo tenía que hacer "epifanía" y manifestación de Jesús "que padecía bajo el poder de Poncio Pilato" en los más pobres de mi patria.

El católico debe revisarse y convertirse a la universalidad de la misión de salvación cristiana. Los católicos no tenemos la exclusividad de Dios y su Amor Salvador. Hace tiempo que caducó el dicho católico: "Fuera de la Iglesia no hay salvación". Si Dios vive en nosotros, si Dios, hoy, nace en nosotros, se hace necesario y urgente que todos los católicos entendamos, que hay que hacer "manifestación", entrega y compartir a Cristo, como Pan de Vida, con todos, sin excluir a nadie, saliendo y yendo a las fronteras "a los confines". "La Caridad de Cristo nos urge". Tenemos que hacer de Jesús Buena Nueva, Noticia y Epifanía de bienaventuranza para todos. El católico mismo debe ser "manifestación" y Epifanía de Dios para todos.


DENUNCIA:

Pero, lamentablemente tenemos que denunciar muchas pifias de los católicos al respecto.

Hay cierto sectarismo. Hay una tendencia a hacer Iglesia centrada en sí misma. Han surgido, ciertos movimientos de espiritualidad, que se guardan; que encasillan y se apoderan de Jesús y que hoy también dicen como Pedro:

"Maestro, ¡qué bueno que estemos aquí!; levantemos tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Pues no sabía lo que decía".

Hoy, hay católicos, que quieren a Cristo para sí. Se instalan. Quieren disfrutar solos del "tesoro de nuestra fe". Son los mismos que no han entendido el mandato de ser sal, fermento y luz del mundo. No son misioneros. No Evangelizan. No se encarnan ni se comprometen con la realidad y la historia de la humanidad. Son como el "sacerdote y levita" de la parábola del buen samaritano. No se meten en ningún conflicto. Se esconden. Le temen al compromiso político y a la política misma. "Ni son capaces de romper ni un huevo". No sólo se contentan para sí, sino que tratan de poner obstáculos a la Misión y Evangelización hacia fuera de la Iglesia. La quieren neutra e híbrida. Son los involucionistas, y restauradores de una Iglesia del Vaticano Segundo, que "según los signos de los tiempos" nos mandó al mundo secular, a Evangelizarlo todo; que nos dijo: "Abran las ventanas y puertas de la Iglesia. Esto está un tanto sofocado y con aire enrarecido. ¡Que salgan! Hay que tomar el aire del mundo y hacerlo entrar, pues allí, también se está "manifestando" y haciendo la Pascua de Cristo. Cristo muere y resucita. Hay en el mundo signos de muerte, pero, surgen también signos de vida". "Vayan a Evangelizar al mundo, pero vayan no sólo como maestros, sino también como discípulos, dejándose, también, Evangelizar por el mundo". Todo esto contradice a católicos e iglesias, objetivamente, tal vez, inconscientes, egoístas e individualistas. Esos católicos; esos movimientos de espiritualidad, que han llevado a la Iglesia a no dar prioridad pastoral a la comunidades cristianas: iglesia doméstica, insertas, encarnadas y comprometidas en la sociedad y en el mundo, para transformarlo en Reino; construyendo el Reino desde ya, aquí y ahora. Esos católicos y esos movimientos no "salvan" ni "manifiestan" a nadie. Son católicos también encerrados o centrados en su parroquia, últimamente con menos fieles, y con agentes pastorales muy clericales y que no hacen presencia ni "epifanía" en sector territorial y de población de la parroquia.

Pero hay más. Hay católicos que cierran su corazón al que no piensa como nosotros; que tiene el prurito de hacer exclusiones y actuar haciendo discriminación y acepción de personas. Y eso que la cultura de hoy está insistiendo en la inclusión, negando la discriminación y la exclusión. Cuántas veces escuchamos los comentarios (más bien "pelambres"): "éste está en pecado"... . Son católicos que no han entendido nunca: el pecado se rechaza, pero, al que creemos pecador o equivocado, tenemos que abrirle los brazos, con un corazón abierto, para amarlo y salvarlo. Estamos en tiempo de salvación y no de condenación. A veces, no se ha entendido a Cristo y su Evangelio. Y al no entender no se actúa bien.

Los católicos decimos seguir a Jesús y ser sus discípulos, más aún nos llamamos hijos de Dios, pero no se ha entendido o no se quiere entender que Cristo se manifestó desde el comienzo, rompiendo barreras, derribando muros y esquemas mentales rigoristas, sin espíritu, apegados a la letra de la ley. Sí. Cristo se manifestó a los Magos del Oriente. Más adelante, no se arrancó de la mujer adúltera ni la apedreó: la perdonó y la salvó. No olvidar:

"He venido por los pecadores… tengo que buscar a las ovejas que no son de este aprisco… he venido para que todos tengan vida, y vida en abundancia… la voluntad del Padre es que no se pie,rda ninguno…".

La Buena Nueva de Jesús no se ha entendido en profundidad. Es para todos, y para "los hombres de buena voluntad" como llama el Vaticano Segundo a los no creyentes. La Iglesia Conciliar propicia el diálogo, sobre todo en la construcción de la patria común, con los no creyentes, siendo fiel a su Maestro. El diálogo entre creyentes y no creyentes es un desafío pastoral en la hora presente. Es un desafío para el Pueblo de Dios. Es un acicate y un celo pastoral, lo Ecuménico, también propuesto por el Concilio. Hoy se habla de "hermanos separados".

Y por último, aunque habría más denuncias:

¿De qué modo los católicos estamos influyendo hoy en la impuesta política, economía e institucionalidad que discrimina, margina, sin "manifestación" de justicia, de fraternidad y de amor entre los chilenos de nuestra sociedad actual, especialmente con los más pobres?
Yo les digo, sólo como un dato: Todavía hay más de 700 campamentos en Chile.


CONVOCACIÓN:

Ya esta hecha en las palabras anteriores.
PUEBLO DE DIOS: Sed universales: católicos. Sed Evangelizadores hasta los confines de la tierra. Sed misioneros. Anímense con la pastoral de las fronteras. Sed ecuménicos y plurales. Amen, sin muros y con mucho horizonte. Sean "epifanía", manifestación del Amor y la Misericordia de Dios para todo y para todos: sean salvación de "todo el hombre y de todos los hombres". En el fondo hay que practicar lo expuesto en el Anuncio; hay que convertirse y dejar el pecado de lo Denunciado.

Que tengan un feliz año 2018, siendo una permanente "epifanía" y que la visita papal sea una "manifestación de Dios para Chile y la Iglesia.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pbro. Eugenio Pizarro Poblete+




























































































































































Volver arriba