José Ramón Busto, SJ, Rector de Comillas, inauguró el VI Seminario Internacional e Interuniversitario de Biomedicina y Derechos Humanos. Durante su intervención, expresó su preocupación porque no todo lo que la ciencia hace posible sea éticamente deseable: "Ante un desarrollo de la ciencias biomédicas como nunca se había dado en la historia, es importante reflexionar sobre lo que podemos hacer".

En la mesa de apertura del seminario, el Rector estuvo acompañado por Armando Tejerina Gómez, Presidente de la Fundación Tejerina; Enrique de Porres, Consejero Delegado de Asisa; Luis Villarroya Alonso, Consejero Delegado del Grupo Eptisa; Juan José Rodriguez Sendín, Presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), y Fernando Bandrés Moya, Presidente del Comité Científico del seminario.

El Director General de la Asociación Española de Fundaciones (AEF), Silverio Agea Rodríguez, impartió la conferencia inaugural "La aportación del tercer sector al Estado de Bienestar". Comenzó su discurso destacando la importancia de las fundaciones y ONG: "¿Qué pasaría si un día dejaran de trabajar?", interpeló al público. Para Agea, el tercer sector se enfrenta a las mayores dificultares en su relación con la administración pública, ya que la gran mayoría de las entidades depende de fondos públicos. En su opinión, se corre el riesgo de confundir los papeles subsidiario, complementario y sustitutivo y, al adoptar este último, las organizaciones acaban por cumplir tareas que son propias de la administración pública. "En este país las administraciones están dejando de hacer una tarea fundamental e imprescindible, atender a quienes más lo necesitan", aseguró.

Explicó Agea que España se encuentra en estos momentos en proceso de construir el llamado cuarto pilar del estado del bienestar (después de la sanidad, la educación y las pensiones), la Ley de Dependencia supuso un paso adelante en este sentido, pero con la actual crisis económica y los recortes presupuestarios se está viviendo un retroceso. "Tenemos que ser solidarios, no sólo por justicia sino por propia necesidad", afirmó. Además, existe un interés económico, la denominada "economía social" representa entre el nueve y el diez por ciento del PIB, supone un seis por ciento del empleo y es un sector en el que apenas se han destruido puestos de trabajo. "Puede ser motor de cambio y creación de empleo" concluyó Agea.