Defiende (con matices) en un prólogo la inclusión de la homosexualidad en la Iglesia Cardenal Zuppi: En las comunidades cristianas falta "una profunda escucha de la persona en sus situaciones de vida"
El arzobispo de Bolonia firma el prólogo de un libro de ensayo en el que el director del periódico católico L'Avvenire, Luciano Moia, pregunta sobre la cuestión de la homosexualidad
"Su enfoque no consiste en relativizar la Ley de Dios, sino en hacerla relativa a la persona concreta, con su especificidad", dice del Papa Francisco en Amoris Laetitia
Afirma que "no es necesaria una pastoral específica para los homosexuales", sino más bien apostar por la "diversidad" y la "sinodalidad", aceptando "un estilo de vida contrario a la Ley de Dios"
"La orientación sexual, que nadie "elige" - no es necesariamente un acto, y no justifica ser desterrado de la comunidad"
Afirma que "no es necesaria una pastoral específica para los homosexuales", sino más bien apostar por la "diversidad" y la "sinodalidad", aceptando "un estilo de vida contrario a la Ley de Dios"
"La orientación sexual, que nadie "elige" - no es necesariamente un acto, y no justifica ser desterrado de la comunidad"
El cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia, firma el prólogo de un libro de ensayo en el que el director del periódico católico L'Avvenire, Luciano Moia, pregunta sobre la cuestión de la homosexualidad a miembros de la jerarquía eclesiástica y, por otra parte, a católicos homosexuales.
En "Iglesia y homosexualidad. Una investigación a la luz del magisterio del Papa Francisco", el arzobispo Zuppi explica la visión de Bergoglio en su exhortación de 2016, Amoris Laetitia: respetar y acoger las diferencias.
"El Papa nos invita a echar un vistazo específico", dice el prefacio. "Su enfoque no consiste en relativizar la Ley de Dios, sino en hacerla relativa a la persona concreta, con su especificidad".
Como ha recogido catch.ch, Zuppi ha denunciado que con frecuencia las comunidades cristianas desatienden este aspecto, cayendo en la falta de "una profunda escucha de la persona en sus situaciones de vida".
Inclusión con matices
El prefacio de Zuppi defiende principalmente la inclusión de las personas homosexuales en la Iglesia, rechazando que se las niegue "esa posible plenitud inscrita en su propia naturaleza y especialmente en su propia historia", al vivir la fe.
Recordando las palabras del Papa Francisco, afirma que "no es necesaria una pastoral específica para los homosexuales", sino más bien apostar por la "diversidad" y la "sinodalidad".
Sin embargo, señala la diferencia entre "pecado" y "orientación": "lo que no podemos 'aceptar' es el pecado expresado por un acto", escribe el arzobispo de Bolonia. "Pero la orientación sexual, que nadie "elige" - no es necesariamente un acto, y no justifica ser desterrado de la comunidad".
Zuppi expresa que la diversidad es un "regalo para la riqueza de la comunidad" pero a la vez compara, en el texto, a los homosexuales con los pecadores de las Escrituras. "Y aunque una persona lleve un estilo de vida contrario a la ley de Dios, ¿no deberíamos aceptarlo?", se pregunta. Por último, desea un desarrollo de la fe en comunidad e igualdad, recordando "el amor de Dios, que no discrimina".