"Tienen el don de aportar una sabiduría que sabe coser las heridas, perdonar, reinventar y renovar" Francisco: "Las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida"

El Papa ha puesto en valor el talante femenino como "protagonistas" de una Iglesia en salida que pone en práctica el cuidado del otro a través "de la escucha y la premura" y ha subrayado que las mujeres "tienen el don de aportar una sabiduría que sabe coser las heridas, perdonar, reinventar y renovar".

"Las mujeres son protagonistas de una Iglesia en salida, a través de la escucha y la preocupación que muestran hacia las necesidades de los demás, y con la marcada capacidad para sostener dinámicas de justicia en un clima de 'calidez doméstica', en los diferentes entornos sociales en los que operan", ha manifestado el Santo Padre en una audiencia con varias mujeres que han participado en un seminario promovido por la Consulta femenina del Pontificio Consejo de la cultura sobre el tema "Las mujeres leen a Francisco: lectura, reflexión y música".

Entre ellas estaba la teóloga musulmana, Shahrzad Houshmand Zadeh; la presidenta de la Unión mundial de las organizaciones católicas, Maria Lia Zervino, o la periodista italiana, Franca Giansoldati.

Unos términos que chocan con la lucha que está manteniendo la mujer, sobre todo durante la pandemia, por mantener su igualdad en el ámbito laboral, tratando de evitar que su faceta como cuidadora acabe absorbiendo su incorporación y ascenso en el mundo del trabajo.

Para Francisco, su acción en la Iglesia de transmisión del Evangelio pasa a través de tres acciones: Escucha, meditación y acción amorosa. "Estos son los elementos constitutivos de una alegría que se renueva y se comunica a los demás, a través de la mirada femenina, en el cuidado de la creación, en la gestación de un mundo más justo, en la creación de un diálogo que respete y valore las diferencias", ha señalado el pontífice.

El Papa también ha reivindicado la figura de santa Hildegarda de Bingen, proclamada doctora de la Iglesia en 2012, de la que ha destacado que "unifica el conocimiento científico y la espiritualidad" y que "durante mil años, como verdadera maestra, ha estado leyendo, comentando, crea y enseña a mujeres y hombres".

Y ha destacado: "Rompió el molde de su tiempo, que impedía a las mujeres estudiar y entrar a la biblioteca y, como abadesa, también pidió esto para sus hermanas. Aprende a cantar y a componer música, lo que para ella fue una vía no solo artística, sino capaz de conducirla hacia Dios".