Entre los firmantes, Fellay o Tedeschi, pero ningún obispo ni cardenal de las “dubia” Medio centenar de teólogos y académicos ultraconservadores acusan al Papa de "propagar herejías"

(Jesús Bastante).- "Una corrección filial ante la propagación de herejías". Así se titula, en latín, la carta de 28 páginas que varias decenas de sacerdotes, académicos y personalidades católicas ultraconservadores han publicado, acusando al Papa Francisco de propagar siete posturas heréticas sobre el matrimonio, la moral y los sacramentos en 'Amoris Laetitia'.

Entre los firmantes no se encuentra ningún cardenal (mucho menos los de las 'dubia') ni más 'obispo' que el líder de los lefebvrianos, Bernard Fellay. También la suscribe el ex presidente del IOR, Ettore Gotti Tedeschi, quien la pasada semana se fotografiaba con los cardenales Müller, Sarah y Burke. Por el momento, ninguna firma es española. ¿El comienzo de un cisma o un pataleo?

Una carta que, según los firmantes, se hace pública después de que fuera enviada al Papa el pasado 11 de agosto, y no obtener respuesta alguna. Así, ‘Correctio filialis de haeresibus propagatis' se divide en tres partes, según la síntesis. En la primera, los firmantes justifican su "derecho y deber" de corregir al Papa, como se hace "cuando los pastores de la Iglesia están desviando el rebaño".


Esto no supone, añaden, "conflicto alguno con el dogma católico de la infalibilidad papal", pero sí apuntan que el Papa "no ha cumplido" con los criterios para que sus declaraciones puedan ser consideradas como tales. Así, subrayan, la Iglesia enseña que ningún papa puede declarar que Dios le ha revelado alguna nueva verdad, que debería ser creída obligatoriamente por los católicos.

En la segunda parte de la carta se recoge la "corrección" propiamente dicha (la siete acusaciones se presentan en latín, y no se traducen). En la misma, se incluyen los párrafos de 'Amoris Laetitia' que, en opinión de los firmantes, "insinúan o alientan posturas heréticas", y las "palabras, actos y omisiones" del Papa Francisco que evidencian, "más allá de cualquier duda razonable", que Bergoglio desea que los católicos interpreten los mismos de manera herética.

Entre otras lindezas, acusan al Santo Padre de haber "apoyado la creencia de que la obediencia a la Ley de Dios puede ser imposible o indeseable, y que la Iglesia debería, a veces, aceptar el adulterio como un comportamiento compatible con la vida de un católico practicante".

Finalmente, la tercera parte -o "Diluctación"- acusa al modernismo y a Lutero de esta crisis. Así, subrayan como el fraile agustino "tenía ideas sobre el matrimonio, el divorcio, el perdón y la ley divina que se corresponden con aquellas que el papa ha promovido mediante sus palabras, actos y omisiones". También destaca el elogio "explícito y sin precedentes" que el Papa Francisco ha dedicado a Martín Lutero.

La carta concluye exigiendo al Papa que "condene estas herejías" que "ha sostenido de manera directa o indirecta".

Éste es el documento en castellano.

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