"Los aplausos que cosecha no son un criterio teológico", dice sobre la lectura papal de 'Amoris' Nuevo ataque del cardenal Müller al Papa: insinúa que no entiende a Santo Tomás de Aquino
(Cameron Doody).- Los teólogos críticos con el autoritarismo con el que se publicó el Catecismo en 1992 "se han mutado ahora en devotos entusiastas del Papa". Las 'escuelas' académicas que buscan ir más allá o volver a antes del Vaticano II "son simplemente estúpidas". Son los últimos ataques que ha lanzado el cardenal Gerhard Müller, quien sin embargo guarda su ira más intensa para el cardenal Reinhard Marx y el mismo Papa Francisco. Al primero, por mentir; y al segundo, por hacer "confusa" la teología de Santo Tomás de Aquino.
El que fuera Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe acaba de conceder una entrevista al Tagespost en ocasión del 25 aniversario del Catecismo. Pero como ha venido haciendo habitualmente en varias entrevistas desde que el Papa Francisco decidió no renovarle al frente de la antigua Inquisición, el purpurado ha vuelto a despotricar contra quienes no comparten su línea ultraconservadora.
Aparte de los teólogos -alemanes, en particular- que se quejaron que el Catecismo pareciera venir "de arriba", de Juan Pablo II, cuando fue publicado hace un cuarto de siglo -o los académicos que se empeñan en determinar cuál es la hermenéutica correcta con la que leer el Vaticano II-, los blancos de los nuevos ataques de Müller son el cardenal Marx y el propio Papa Francisco.
En efecto, la sustancia de las nuevas quejas de Müller contra Marx es que éste -quien presentó el informe del grupo de habla alemana en el Sínodo sobre la Familia de 2015- sostuvo múltiples veces que dicho estudio había sido aprobado de forma unánime, cuando la votación había tenido lugar en un supuesto secretismo. Que Müller sea celoso del sentido de su voto en tal votación cobra sentido cuando se recuerda que este informe de los padres sinodales alemanes abrió la puerta a la posibilidad -eventualmente recogida en la Amoris laetitia- de que los fieles divorciados y vueltos a casar por lo civil puedan volver a comulgar. Una posibilidad de que Müller se alardeó durante el mismo Sínodo, pero de la que renegó solo cinco meses después, y ha continuado criticando sin tregua desde entonces.
Mucho más grave, no obstante, es la arremetida que Müller emprende contra el Papa Francisco, a quien acusa de no tener entender suficientemente la teología de Tomás de Aquino. Refiriéndose a las recientes declaraciones del pontífice al efecto de que "la moral de Amoris laetitia es tomista", el purpurado alemán replica contundente:
Si el Santo Padre llama al 'Doctor Communis' para ayudar en la interpretación correcta de la Amoris laetitia a la luz de la doctrina católica del Sacramento definido en el Concilio de Trento, esto solo puede significar que el criterio de las explicaciones de Amoris laetitia es la claridad de Santo Tomás, y no al revés. Queremos clarificar lo que no está claro, no hacer confuso lo que ya está claro.
Toda una bofetada en la cara del Papa Francisco -quien ha explicado de muy forma paciente y en repetidas ocasiones que la moral no es "mera casuística". También en la cara de los obispos de Malta, Filipinas o Buenos Aires. Aunque ellos han seguido fielmente la línea del Papa, Müller les acusa de haber realizado lecturas "puramente textuales" de la exhortación apostólica. Estos prelados, sostiene el purpurado alemán, "pensaron que, en un mero positivismo doctrinal, podrían dispensar con un examen de sus tesis contra las conclusiones de la tradición magistral de la Iglesia en su totalidad, además de valerse de una renuncia de los principios de interpretación de la teología católica basados ellos mismos en la Revelación".
Y al final de su entrevista con el Tagespost, Müller lanza dos advertencias tanto hacia estos prelados aperturistas como, de forma oblicua al menos, hacia el Papa Francisco. Uno, "que los aplausos [que cosecha] la opinión publicada no es en absoluto un criterio teológico". Y dos, que la comparación de sus interpretaciones de Amoris laetitia "con las opiniones correspondientes de Santo Tomás sobre los sacramentos de penitencia, la eucaristía y el matrimonio; la conciencia; los mandatos de Dios, el concepto del pecado grave y el estado de gracia santificante puede abrir muchos ojos".