"Es muy consciente de las críticas de algunos, incluidos Cardenales, que no han logrado entender" El Papa recuerda al CELAM que la interpretación correcta de la Amoris Laetitia es la del cardenal Schönborn
(Leónidas Ortiz L., Secretario General Adjunto del CELAM).- El jueves, en la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Santo Padre Francisco recibió a las 11.45 de la mañana, en su Biblioteca privada, a los miembros de la Presidencia del CELAM.
De la Presidencia del CELAM estuvieron presentes el Cardenal Rubén Salazar Gómez, Arzobispo de Bogotá, Presidente; Monseñor Carlos Collazzi, Obispo de Mercedes, Uruguay, Primer Vicepresidente; Dom José Belisário da Silva, Arzobispo de Sào Luis do Maranhão (Brasil), Segundo Vicepresidente; el Cardenal José Luis Lacunza Maestrojuan, Obispo de David, Panamá, Presidente del Consejo de Asuntos Económicos; Monseñor Juan Espinoza Jiménez, Obispo Auxiliar de Morelia, México, Secretario General; y el Padre Leonidas Ortiz, de la Diócesis de Garzón, Colombia, Secretario Adjunto.
La implementación de Evangelii Gaudium
Cuando el Cardenal Rubén Salazar, después de presentarle el saludo en nombre de la Presidencia, le preguntó al Santo Padre qué desea que haga el CELAM, inmediatamente respondió: "implementar la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium", especialmente todo lo que hace referencia a los laicos. Desde hace 50 años o más se viene diciendo que "esta la hora de los laicos", pero parece que se ha parado el reloj.
El Papa recomendó especialmente la lectura y aplicación de la Carta que dirigió al Cardenal Marc Ouellet, Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el pasado 19 de marzo, día de San José, con motivo de la reciente Asamblea que este organismo efectuó del 1 al 4 de marzo en Roma sobre "el indispensable compromiso de los laicos en la vida pública de los países latinoamericanos".
El corazón de "Amoris Laetitia" es el amor en la vida familiar
El Cardenal Salazar hizo referencia al diálogo mantenido el lunes pasado con los Embajadores latinoamericanos, acreditados ante la Santa Sede, sobre la Exhortación Amoris Laetitia. El Papa responde que el corazón de la Exhortación es el capítulo 4: el amor en la vida familiar, fundamentado en el capítulo trece de la primera carta de San Pablo a los Corintios.
Y el más difícil de leer es el capítulo 8. Algunos, dice el Papa, se han dejado aprisionar por este capítulo. El Santo Padre es muy consciente de las críticas de algunos, incluidos Cardenales, que no han logrado entender el significado evangélico de sus afirmaciones. Y dice que la mejor manera de entender ese capítulo es bajo el marco de la presentación que hizo el cardenal Christoph Schönborn OP, arzobispo de Viena, Austria, un gran teólogo, miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, muy familiarizado con la doctrina de la Iglesia.
Congreso sobre el Jubileo Extraordinario de la Misericordia
La Presidencia del CELAM se refirió también a los preparativos que se vienen haciendo para la próxima realización del Congreso sobre el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina-CAL y el Consejo Episcopal Latinoamericano-CELAM. Este Congreso tendrá lugar en Bogotá, Colombia, del 27 al 30 de Agosto de 2016, con el lema: "Que un viento impetuoso de santidad recorra el próximo Jubileo extraordinario de la misericordia en todas las América"[1]. El Papa se alegró con esta información y animó a los Obispos de América Latina a unirse a esta gran celebración.
La preocupación del Papa por América
El Santo Padre mostró su preocupación por los problemas sociales que se están viviendo en América en general. Le preocupan las elecciones en Estados Unidos por la falta de una atención más viva a la situación social de los más pobres y excluidos. Le preocupan los conflictos sociales, económicos y políticos de Venezuela, Brasil, Bolivia y Argentina...De pronto se puede estar pasando a un "golpe de estado blanco" en algunos países. Le preocupan las carencias del pueblo haitiano y la falta de diálogo de las autoridades de los países que comparten la isla, Haití y República Dominicana, a fin de encontrar una solución legal a los migrantes y desplazados. Le preocupa la manera de entender lo que es un estado laico y el papel de la libertad religiosa por parte de algunas autoridades mexicanas.
Al Papa le anima ver el avance que se está dando en los procesos de paz en Colombia; le anima igualmente su próximo viaje a este país para hacer la visita pastoral a un pueblo que ha sido tan golpeado por la violencia y que necesita emprender caminos de perdón y reconciliación.
El Papa se entusiasma cuando comienza a hablar de la Patria Grande que es América Latina y de los esfuerzos que no deben cesar para lograr la integración de nuestros pueblos. Para esto se necesitan acercar posiciones, restablecer el diálogo social y buscar soluciones mancomunadas a los desafíos que presenta el mundo de hoy.