Sabiduría, búsqueda de la verdad y respeto a la libertad de la conciencia, claves El Papa pide no caer en tentación de la burocracia en los procesos de nulidad matrimonial

(J. Bastante/Vatican News).- Sabiduría, búsqueda de la verdad y respeto a la libertad de la conciencia. Estas son las claves con las que el Papa Francisco ha invitado al Tribunal de la Rota Romana a una nueva mirada sobre los fracasos matrimoniales, lejos de la fría observancia de la norma. "Hay que evitar que el ejercicio de la justicia sea reducido a un mero fin burocrático", subrayó el Pontífice durante su discurso con motivo de la apertura del Año Judicial.

Con continuas referencias tanto a Amoris Laetitia como a sus Motu Propios sobre las reformas de los procesos de nulidad, para hacerlos más accesibles, y subrayando la responsabilidad del obispo diocesano, el Papa Francisco invitó a reflexionar sobre un aspecto significativo de su servicio judicial: "la centralidad de la conciencia".

"De hecho -añadió- su actividad se expresa como ministerio de la paz de las conciencias y exige ser ejercitada con toda conciencia". Especialmente, en lo tocante a las declaraciones de nulidad. Así, los jueces de la Rota "están llamados a invocar incesantemente la asistencia divina para realizar con humildad y mesura la difícil tarea confiada por la Iglesia, manifestando así la conexión entre la certeza moral, que el juez debe alcanzar ex actis et probatis, y el ámbito de su conciencia, noto únicamente al Espíritu Santo y por Él asistido".

Tanto en AL como en los últimos Sínodos, se ha subrayado "la urgente necesidad de escucha, por parte de los Pastores de la Iglesia, de las instancias y de la espera de los fieles a los cuales les han restituido la propia conciencia muda y ausente por largos años y en seguida, han sido ayudados por Dios y por la vida a reencontrar un poco de luz, dirigiéndose a la Iglesia para obtener la paz de sus conciencias".

Y es que la conciencia, y la formación de la misma, resultan esenciales tanto para los procesos de nulidad como para la propia esencia del matrimonio, recalcó Bergoglio, quien insistió en la necesidad de "una continua experiencia de fe, esperanza y caridad, para que los jóvenes vuelvan a decidir, con conciencia segura y serena, que la unión conyugal abierta al don de los hijos es un gozo grande para Dios, para la Iglesia y para la humanidad".

También los miembros de la Iglesia deben trabajar con urgencia para "recuperar, salvaguardar, custodiar una conciencia cristiana, iluminada por los valores evangélicos", señaló el Pontífice, quien recomendó a la Rota la institución de un catecumenado matrimonial, entendido como itinerario indispensable para los jóvenes y para las parejas destinadas a hacer revivir sus conciencia cristianas, sostenidas por la gracia de dos sacramentos, el bautismo y el matrimonio; teniendo presente que la formación de la conciencia es misión de todos, ministros y fieles bautizados.

"En este sentido - agregó el Pontífice - la unión conyugal puede afirmarse verdadera sólo si la intención humana de los esposos está orientada a lo que quiere Cristo y la Iglesia. Para hacer siempre más consciente de esto a los futuros esposos, es necesario el aporte, además de los Obispos y sacerdotes, también de otras personas comprometidas en la pastoral, religiosos y fieles laicos corresponsables en la misión de la Iglesia".

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco volvió a recordar a los Jueces la estrecha relación entre el ámbito de la conciencia y el de los procesos matrimoniales de los cuales cuotidianamente se ocupan sin caer en la burocracia. "Debemos impedir - precisó el Papa - que la conciencia de los fieles en dificultad por cuanto se refiere a su matrimonio se cierre a un camino de Gracia. Este objetivo se alcanza con un acompañamiento pastoral, con el discernimiento de las conciencias y con la obra de nuestros Tribunales. Esta obra debe desarrollarse en la sabiduría y en la búsqueda de la verdad: sólo así la declaración de nulidad produce una liberación de las conciencias".

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