El secretario de Estado del Vaticano responde al ex nuncio, acusado de 'cismático' Parolin, sobre el 'caso Viganò': "Debe responder"

Parolin, en la Urbaniana
Parolin, en la Urbaniana (foto © Teresa Tseng Kuang Yi)

¿De qué se acusa a Viganò? Según él mismo ha apuntado, mostrando la nota del dicasterio de Doctrina de la Fe, se plantea "el delito de cisma (afirmaciones públicas de las que resulta una negación de los elementos necesarios para mantener la comunión con la Iglesia católica; negación de la legitimidad del papa Francisco, ruptura de la comunión con Él y rechazo del Concilio Vaticano II)”

El proceso podría acabar en excomunión del prelado, uno de los adalides del sector más rigorista de la Iglesia católica, que considera a Francisco un Papa inválido y que no ha cesado en sus ataques desde hace años

La bomba lanzada por el ex nuncio Viganò, declarándose en rebeldía ante el proceso por cisma que le ha incoado la Santa Sede, explotó en plena tarde, sin que nadie lo viera venir. Como suele suceder en estos casos, el arzobispo, uno de los grandes enemigos del Papa Francisco, y que ha proclamado la ilegitimidad del Pontífice, hizo estallar la noticia después de negarse a comparecer en un proceso que podría acabar con su excomunión.

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¿De qué se acusa a Viganò? Según él mismo ha apuntado, mostrando la nota del dicasterio de Doctrina de la Fe, se plantea "el delito de cisma (afirmaciones públicas de las que resulta una negación de los elementos necesarios para mantener la comunión con la Iglesia católica; negación de la legitimidad del papa Francisco, ruptura de la comunión con Él y rechazo del Concilio Vaticano II)”.

¿Y qué opina la Santa Sede? Oficialmente, un absoluto silencio, que se rompía a media tarde con una nota publicada en Vatican News dando cuenta de la información, y subrayando unas declaraciones del secretario de Estado, Pietro Parolin, que aunque dejaba claro que eran "a título personal", ponen de manifiesto una postura que refrenda el Papa Francisco.

"Monseñor Viganò ha tomado algunas actitudes y algunos gestos por los que debe responder", señaló el número dos de la Santa Sede al entrar a una conferencia en la Pontificia Universidad Urdbaniana, donde explicó que Roma había dado al ex nuncio la oportunidad de defenderse. Una oportunidad que tendrá, todavía, pues el plazo expira el 28 de junio. Si no, será juzgado en rebeldía.

"Lo siento mucho, porque siempre lo aprecié como un gran trabajador, muy fiel a la Santa Sede", abundó Parolin. "Cuando fue nuncio apostólico trabajó muy bien", añadió. ¿Qué fue lo que ocurrió, para que se convirtiera en adalid de los postulados más rigoristas, aliado primero de Trump y posteriormente de los lobbys patrocinados por Steve Bannon y los católicos más radicalmente sedevacantistas de Estados Unidos? "Lo que pasó, no lo sé", concluyó Parolin.

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