Reconocimiento público al obispo de Matagalpa, exiliado a Roma por Ortega-Murillo La gran sorpresa del Sínodo: Rolando Álvarez, nombrado 'padre sinodal' por el Papa Francisco
Una decisión que supone un apoyo explícito a Álvarez, y un rechazo de las tesis más duras del Gobierno nicaragüense, que había propuesto a la Santa Sede un 'acuerdo' para cesar la persecución contra las instituciones católicas a cambio de que Roma nombrase obispos 'dóciles' para las sedes vacantes. Incluidas, según el régimen, las pastoreadas por Rolando Álvarez, Isidro Mora o Silvio Báez
En 2023, meses después de haber sido detenido a las puertas de la catedral de Matagalpa, Rolando Álvarez fue condenado a 26 años de prisión por "traición a la patria". En enero de este año fue deportado a Roma
La rueda de prensa de presentación de la segunda etapa del Sínodo se cerró ayer sin muchas sorpresas, salvo el anuncio de una celebración penitencial por los pecados de la Iglesia, y la presencia de 26 nuevos participantes, en sustitución de otros que han renunciado, en su mayor parte, por motivos de salud.
Sin embargo, tal y como ha podido confirmar RD, hay una gran (y agradable) sorpresa en el listado de padres sinodales. Entre las nuevas caras se encuentra la de Rolando Álvarez, el obispo mártir de Matagalpa, exiliado a Roma después de pasar varios meses en prisión por el régimen de Ortega y Murillo en Nicaragua.
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Una decisión que supone un apoyo explícito a Álvarez, y un rechazo de las tesis más duras del Gobierno nicaragüense, que había propuesto a la Santa Sede un 'acuerdo' para cesar la persecución contra las instituciones católicas a cambio de que Roma nombrase obispos 'dóciles' para las sedes vacantes. Incluidas, según el régimen, las pastoreadas por Rolando Álvarez, Isidro Mora o Silvio Báez.
En 2023, meses después de haber sido detenido a las puertas de la catedral de Matagalpa, Rolando Álvarez fue condenado a 26 años de prisión por "traición a la patria". Pudo haberse librado de entrar en la cárcel, pero se negó a ir al exilio, donde fueron enviados 222 personas. Durante semanas, nada se supo del prelado, que vivió en condiciones insalubres en la prisión en la que fue encarcelado.
Finalmente, y tras unas duras negociaciones, Álvarez se vio conminado a aceptar la expulsión de su país, siendo deportado a Roma el 15 de enero de este año. El prelado reside en la Ciudad Eterna, y no ha concedido entrevista alguna, aunque sí ha viajado a España (se le vio, entre otras ciudades, en Sevilla y Oviedo, junto a sus arzobispos). Ahora, seguramente escucharemos su voz profética y libre, en el Sínodo de la Sinodalidad.
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