El Papa retrasa un año los eventos en Italia y Portugal El coronavirus obliga al Vaticano a posponer el Encuentro Mundial de las Familias y la JMJ de Lisboa

Roma y Lisboa. Las dos ciudades, llamadas a convertirse en las capitales de las familias y la juventud, verán pospuestos sus deseos. ¿La razón? El impacto del coronavirus, que parece no tener fin, ni conocer fronteras. Esta misma tarde, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, anunciaba que, "debido a la actual situación sanitaria y a sus consecuencias para el desplazamiento de los jóvenes y las familias", el Papa ha decidido aplazar tanto el próximo Encuentro Mundial de las Familias como la JMJ de Lisboa.

Todos se retrasarán al menos un año, señaló Bruni. "El Santo Padre, junto con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha decidido aplazar un año el próximo Encuentro Mundial de las Familias, previsto en Roma en junio de 2021, y la próxima Jornada Mundial de la Juventud, prevista en Lisboa en agosto de 2022, a junio de 2022 y agosto de 2023, respectivamente".

El retraso en ambos eventos ha causado sorpresa, toda vez que estamos hablando de acontecimientos que no tendrán lugar a lo largo de este año, sino dentro de 14 y 28 meses. Es más que previsible que, para entonces, la epidemia esté controlada y, con bastante probabilidad, haya vacuna disponible. ¿Cuáles son las razones entonces? Todo parece señalar al factor económico.

Y es que la crisis que se avecina parece fulminante para toda Europa, y todo el mundo. Una crisis de la que saldremos poco a poco, según los expertos, pero nunca antes del final de 2021. Y Francisco es consciente de que el ejemplo de las familias y los jóvenes va mucho más allá de una presencia física y multitudinaria en un lugar. Jóvenes y familias tienen mucho que decir en la reconstrucción de sus sociedades. Ya habrá tiempo de reencontrarse, y celebrar la vida, junto a Bergoglio, tanto en Roma como en Lisboa.