Parolin recordó a la Orden de Malta que la Santa Sede sí tiene autoridad sobre ella El cardenal Burke desobedeció una orden directa del Papa para no cesar a von Boeselager

(Cameron Doody).- "Deseo reiterarle que estas medidas no deben ser atribuidas a la voluntad del Papa". El cardenal Raymond Burke, el patrono de la Orden de Malta -junto con Matthew Festing, el Gran Maestre- desobedecieron esta orden del cardenal Parolin cuando fulminaron el mes pasado al Gran Canciller, Albrecht Freiherr von Boeslager. De acuerdo, dijeron entonces, "con los deseos de la Santa Sede".

Según informó este jueves The Tablet, el Secretario de Estado escribió a Festing nada más conocerse la existencia del programa de reparto de condones del brazo humanitario de la cofradía en Mianmar. Le informó en ese momento que el Vaticano quería llevar a cabo su propia investigación antes de tomar ninguna medida disciplinaria en contra de von Boeselager, el supuesto responsable.

"Tal y como le expresé en mi carta del 12 de diciembre", escribió Parolin al Gran Maestre Festing, "en lo que se refiere al uso y difusión de métodos y medidas contrarias a la ley moral, Su Santidad ha pedido diálogo como la forma en que tratar, y resolver, los problemas que puedan surgir. ¡Pero nunca ha hablado de alejar a nadie!"

El pasado 6 de diciembre, von Boeselager fue llamado a una reunión en la que tanto Burke como Festing le pidieron que dimitiera. "De acuerdo con los deseos de la Santa Sede", según sostuvieron ambos. El noble alemán se negó a acceder a semejante petición, y por ese motivo fue destituido de su cargo. Esta decisión la hizo pública la propia Orden dos días después.

El día 22 el Vaticano dio a conocer los nombres de los cinco comisarios que investigarán la salida de von Boeselager de la Orden. Una decisión que Festing, en un comunicado del día 24, tachó de una intervención "inaceptable", opinando a la vez que el establecimiento del grupo investigador había sido "el resultado de un malentendido de parte de la Secretaría de Estado".

La expulsión del ex-Gran Canciller, sostuvo Festing, fue un "acto de administración gubernamental interna de la Soberana Orden de Malta, y por tanto queda únicamente dentro de su competencia". Tal argumento, no obstante, lo habría desmontado ya el propio Parolin en sus cartas al Gran Maestre. El Secretario de Estado observó en ellas que, dado que los Caballeros de Malta son "una Orden religiosa de laicos" cuyo trabajo incluye "servicio a la fe y al Santo Padre", la Santa Sede sí tiene competencia para actuar en este caso.

Por su parte, el fustigado von Boeselager sigue desfiante ante lo que califica como una injusticia que le hicieron, en la misma línea de los sentimientos que expresó a sus defensores antes de la Navidad. Momento en que escribió un email diciendo que todo le pareció "más propio de un régimen autoritario que de uno de observancia religiosa".

La filtración de las cartas del cardenal Parolin añadirán, por otro lado, aún más presión al cardenal Burke, quien ya ha estado desafiando a la paciencia del Papa con su amenaza de hacerle una "corrección formal" por las proposiciones "heréticas" de la Amoris laetitia.


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