La reforma de Francisco pone límite a sus funciones: algunos llevan 12 años como prefectos Ouellet, Ladaria, Sandri, Re… Cardenales en tiempo de descuento

No pocas de las resistencias que en su elaboración ha tenido en estos nueve años la constitución apostólica Praedicate evangelium vienen por el hecho que uno de sus objetivos era acabar -o al menos poner límite- con la burocratización de los organismos vaticanos para poner al servicio del Papa y de las conferencias episcopales.

Desde los primeros discursos que Francisco dirigió a la Curia, los curiales de todo tipo y condición entendieron que estaban en la primera línea de la reforma. Adiós a los puestos vitalicios, a las prebendas consiguientes, vuelta en tantos casos a los países de origen, a tareas pastorales o misioneras. La culpa era de aquello de Francisco: “El poder es el servicio”. Y no al revés.

Por eso, para dejarlo negro sobre blanco, un artículo (el 17) con cuatro apartados, regula ahora en Praedicate evangelium el tiempo que ha de dedicarse a ese servicio: cinco años será lo que dure su nombramiento. Ni más ni menos. Y si en el intervalo se alcanzase “la edad prevista por el reglamento General de la Curia”, deberán presentar su renuncia al Papa. Se pone coto al funcionariado clerical.

Ravasi y Versaldi, los más mayores

Estas medidas suponen que, en la actualidad, relevantes miembros de la Curia romana estén poco menos que empezando a hacer las maletas. Sería el caso de los cardenales Ouellet, Sandri, Braz de Aviz o Ladaria, entre los más destacados. No son los más mayores (77, 78, 75 y 78 respectivamente), pero además de haber cumplido la edad de jubilación canónica, son los que más tiempo llevan al frente de sus respectivas congregaciones, ahora dicasterios.

Los más mayores serían los cardenales Ravasi y Versaldi (79 y 78), pero ambos han cesado en sus funciones el día en que entró en vigor Praedicate evangelium (el pasado 5 de junio), toda vez que sus labores al frente del Pontificio Consejo de la Cultura, uno, y la Congregación para la Educación Católica, el otro, dejaron de tener efecto al ser suprimidos ambos organismos para dar lugar al Dicasterio para la Cultura y la Educación.

Según las nuevas directrices que este lunes y martes están abordando los casi 200 cardenales que ha reunido Francisco en este consistorio extraordinario, el más próximo a cesar podría ser el cardenal Marc Ouellet como actual prefecto del Dicasterio para los Obispos. Confirmado por el propio Francisco en 2015 y 2019 donec aliter provideatur, el purpurado canadiense dirige la “fábrica de hacer obispos” nada menos que desde 2010, hace doce años.

Le sigue en ‘estabilidad’ al frente de un dicasterio, en este caso el de relaciones con las Iglesias Orientales el cardenal argentino Leonardo Sandri (78 años), con once años de encomienda, los mismos que lleva el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz (75 años) en el ahora llamado Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

También se vería afectado el cardenal español Luis Ladaria (78), al frente de Doctrina de la Fe desde el 1 de julio de 2017, así como el cardenal Giovanni Battista Re, y no sólo por sus 88 años, sino porque Praedicate evangelium contempla que eldecano del Colegio Cardenalicio tendrá una encomienda temporal de cinco años y no vitalicia, como era hasta la entrada en vigor de la reforma.

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