El rector mayor de los salesianos abre el Congreso Internacional sobre Pastoral Juvenil y Familiar Fernández Artime, sdb: "Tenemos que seguir sumando esfuerzos por el bien de esta sociedad, que es de todos"

(J. Bastante).- Tras un Sínodo sobre la Familia, y antes del siguiente, sobre los jóvenes, los salesianos asumen el reto de vincular pastoral juvenil y familiar. Éste es el principal objetivo del simposio que arrancó esta tarde en Madrid con las palabras del rector mayor de los salesianos, Ángel Fernández Artime, sdb, quien subrayó que "si no estamos con las familias podremos hacer mucho menos de lo que queremos".

"Tenemos que seguir sumando esfuerzos por el bien de esta sociedad, que es de todos", recalcó el X sucesor de Don Bosco durante la apertura del Congreso Internacional de Pastoral Juvenil y Familia SYMFamily17, en el que participan más de 300 personas procedentes un centenar de países con presencia salesiana en todo el mundo.

Artime quiso dejar claro desde el principio que "no tenemos ningún interés en que éste sea un congreso académico", subrayando que "hablamos mucho de jóvenes, pero tenemos una deuda pendiente con las familias".

En el acto de apertura, estuvieron presentes el Cardenal de Madrid, Carlos Osoro; el Nuncio Apostólico en España, Renzo Fratini; así como representantes de administraciones públicas y de otras congregaciones religiosas.

Por su parte, D. Fabio Attard, SDB, Consejero General para la Pastoral Juvenil de los Salesianos, dio la bienvenida a los asistentes al congreso. "Estamos muy contentos, sabemos que nos vamos a encontrar y a dónde queremos llegar", recalcó, mostrando su intención de "abrir espacios de discernimiento en torno a la pastoral juvenil y familiar, buscamos generar estrategias conjuntas, aumentar el impacto de nuestras acciones pastorales, afrontar una pastoral con las familias".

Tras ellos, Alexandre Awi Mello, Secretario del dicasterio de Laicos, Familia y Vida Humana ("sólo tenemos al 98% de la población", bromeó), vinculó el reciente Sínodo de la Familia con el deseo de "poner al joven en el centro de la preocupación de la Iglesia".

"Les hago un único pedido: el Papa quiere escuchar a los jóvenes, y yo les pido que le ayuden", recalcó, insistiendo en que Bergoglio q uiere escuchar "a todos los jóvenes, a los católicos, pero también a los alejados y a los que nunca se acercaron a la Iglesia".

Los ojos de los jóvenes

Tras la inauguración, la ponencia inaugural corrió a cargo de Bruno Forte, Arzobispo de Chieti-Vasto y Secretario especial en el Sínodo sobre la Familia, quien disertó acerca que "La familia en el camino sinodal de la Iglesia: perspectivas y oportunidades" a la luz de Amoris Laetitia.

"¿Cómo acompañar a las familias para que sean, con todo derecho y de modo efectivo, protagonistas de la evangelización y de la catequesis para sus hijos y para toda la comunidad?", se preguntó Forte. "Los ojos de los jóvenes ven más lejos que nosotros. A través de los jóvenes la Iglesia podrá percibir la voz del Señor que resuena hoy", subrayó.

Sobre la polémica respecto a los divorciados vueltos a casar, Forte afirma que "la acogida, el acompañamiento y el discernimiento en vistas a una oportuna integración de cada uno en la vida de la comunidad eclesial son opciones pastorales que la Exhortación pide a toda la Iglesia", dado que "más que ofrecer una nueva normativa general de tipo canónico, imposible de ser formulada ante la variedad y complejidad de situaciones, el Papa Francisco anima a un discernimiento responsable, personal y pastoral, de los casos particulares, inspirado en la misericordia".

El arzobispo recalca en este punto la "singular relación" entre lo que indica el Papa Francisco a toda la Iglesia y lo que Don Bosco recomendaba a sus hijos: "Practiquemos el Sistema Preventivo. Que no se den castigos penosos; nunca palabras humillantes, ni reprensiones severas en presencia de otros. Que la dulzura, la caridad y la paciencia... Procúrese siempre que los que reciben un aviso mantengan nuestra amistad y no queden desalentados".

Volver arriba