"La oración va dirigida a la fortaleza del enfermo, a la sabiduría y pericia del personal sanitario" Lorenzo Maté, abad de Silos: "Numéricamente seremos menos, pero la grandeza de la vida consagrada contemplativa no está en el número"
"Reconociendo que la oración, al igual que la fe cristiana, no proporciona la solución médica a esta situación; sin embargo sí que ayuda a afrontar los dolores y sufrimientos traídos por la pandemia, porque la oración genera, sostiene y alimenta virtudes necesarias para superarlos"
"El modo ordinario de intervenir Dios en el mundo es a través de lo creado, a través de nosotros. La oración va dirigida a la fortaleza del enfermo, a la sabiduría y pericia del personal sanitario"
"Esperamos poder mantener viva la antorcha recibida de nuestros mayores, demostrar que el monasterio de Silos sigue siendo un referente en la vida monástica benedictina"
"La comunidad de Silos está formada por 30 monjes, y tenemos esperanza que se incorporen nuevos miembros. Son muchos los jóvenes o personas que se acercan para conocer nuestra vida"
"Esperamos poder mantener viva la antorcha recibida de nuestros mayores, demostrar que el monasterio de Silos sigue siendo un referente en la vida monástica benedictina"
"La comunidad de Silos está formada por 30 monjes, y tenemos esperanza que se incorporen nuevos miembros. Son muchos los jóvenes o personas que se acercan para conocer nuestra vida"
"Existe curiosidad por conocer cómo viven las monjas y los monjes". Así el padre Lorenzo Maté, abad de Silos, el monasterio más emblemático de España, realiza su diagnóstico, realista pero esperanzado, sobre la situación de la vida contemplativa. Expresando en esta entrevista su deseo de que la vida monástica continúe floreciendo, con la intención de que "el ejemplo de nuestra vida sea un interrogante para nuestros contemporáneos".
¿Qué se quiere subrayar con el lema de este año ("Con María en el corazón de la Iglesia") de la Jornada Pro Orantibus?
La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, de la Conferencia Episcopal Española, quiere destacar con este lema que la Virgen María y la Iglesia constituyen el marco para toda vida consagrada, sea contemplativa o activa. La vida contemplativa, como María en medio de la comunidad de los discípulos, como el corazón en el centro del cuerpo, permanece escondida de todo y de todos, pero presente en todo y en todos por medio del amor. La vida consagrada contemplativa, con María, custodia con fervor la realidad central de la fe, que es el amor de Cristo. La vida consagrada contemplativa con María alienta sin descanso la gran esperanza de la Iglesia, que es la misericordia del Padre. La vida consagrada contemplativa con María, irradia al mundo la alegría de vivir según el evangelio, según la gracia del Espíritu.
¿Hay que rezar por los que rezan continuamente por todos nosotros?
La Sagrada Escritura en diversos pasajes de los evangelios y de las cartas de San Pablo nos pide rezar unos por otros; tales textos nos recuerdan que no estamos solos, que todos formamos una comunidad de creyentes en Cristo, y que todos necesitamos la ayuda de los demás para vivir en fidelidad nuestra vocación como cristianos y como contemplativos.
Por cierto, ¿está siendo eficaz la oración de las/los contemplativas en estos momentos tan dolorosos de muerte y desolación por la pandemia?
Reconociendo que la oración, al igual que la fe cristiana, no proporciona la solución médica a esta situación; sin embargo sí que ayuda a afrontar los dolores y sufrimientos traídos por la pandemia, porque la oración genera, sostiene y alimenta virtudes necesarias para superarlos, tales como la solidaridad, la responsabilidad, el sacrificio y el altruismo, la apertura al más allá, pues para la fe cristiana la muerte no es la última palabra. El modo ordinario de intervenir Dios en el mundo es a través de lo creado, a través de nosotros. La oración va dirigida a la fortaleza del enfermo, a la sabiduría y pericia del personal sanitario. No descartamos que Dios también actúe curando, porque como Señor de todo, lo puede hacer. Desde la fe creemos que Dios actúa en el mundo y en la historia de modos que desconocemos. Y si no pudiera hacerlo no sería Dios. Por eso podemos rezar por la curación y la salud de los enfermos. Y esta oración también nos prepara para aceptar el desenlace que sea. La oración es un modo de relacionarnos con Dios desde nuestra indigencia y desde la confianza.
¿La vida contemplativa en España goza de buena salud? ¿Cómo está en números y en presencias?
La opinión es que goza de buena salud. Según las estadísticas de la Conferencia Episcopal somos unos 8730 miembros de vida contemplativa, repartidos en 750 casas religiosas por toda la geografía española, quizá con más presencia en las ciudades que en las zonas rurales.
¿Y en el emblemático monasterio de Silos?
La comunidad de Silos está formada por 30 monjes, y tenemos esperanza que se incorporen nuevos miembros; son muchos los jóvenes o personas que se acercan para conocer nuestra vida; y la esperanza de nuevas vocaciones también nos ayuda a mirar el futuro con optimismo. Esperamos poder mantener viva la antorcha recibida de nuestros mayores, demostrar que el monasterio de Silos sigue siendo un referente en la vida monástica benedictina. La finalidad de nuestra vida es la búsqueda de Dios, bajo la Regla de San Benito y un Abad, realizada en una vida fraterna, dedicada a la celebración coral del Oficio divino y a la oración individual, en el silencio y en la soledad; entendidos, el silencio y la soledad, no tanto en sentido geográfico, sino en el sentido de separación y pureza de corazón.
España sigue siendo la primera potencia mundial en ese ámbito y, sin embargo, se siguen cerrando conventos y monasterios...
La vida consagrada contemplativa en España representa un tercio a nivel mundial. El cierre de monasterios es una realidad, el pasado año se han cerrado 32 casas, y ha habido una disminución de 400 religiosas/os; y posiblemente el cierre de casas y la disminución de religiosos se mantendrán en un ritmo anual parecido, porque la media de edad de las comunidades contemplativas es alta. A pesar de todo estamos preparados para vivir y pervivir, y no solo resignados a morir.
¿Qué hacer para dar a conocer mejor y que el pueblo de Dios valore más la vida contemplativa?
Reconocemos que existe curiosidad por conocer cómo viven las monjas y los monjes, qué hacen, cómo es la jornada. En muchas ocasiones los contemplativos/as, al igual que toda la Iglesia, hemos tenido presente el dicho del evangelio, que la mano izquierda no sepa lo que hace la derecha; tal vez en los tiempos actuales deberíamos pensar también en el otro dicho del evangelio, que la lámpara se ponga en candelero para que alumbre a todos. En este sentido para responder a las personas que sienten interés por nuestras vidas organizar encuentros, semanas de experiencia, testimonios de vida, jornadas de puertas abiertas, y otros tipos de contactos a través de las redes sociales...; al final los que se acercan han de hacer una elección de vida con carácter definitivo. Y esto es precisamente lo difícil en nuestra sociedad, pues es contraria a adquirir compromisos de por vida. Quizás, después de todos los esfuerzos que hacemos para darnos a conocer, no debemos olvidar pedir con más insistencia al dueño de la mies que envíe nuevos operarios.
¿Cómo explicar a la gente de hoy que la 'vida oculta' de los/las contemplativos es fecunda?
Desde la fe se explica, pero difícil explicar a quien no tiene fe, y decirle que la oración, la vida solitaria y retirada es fecunda, porque no todo en la vida depende únicamente de nuestro esfuerzo o trabajo, olvidando que el ser debe dar sentido al hacer. La vida contemplativa es fecunda porque está orientada a presentar a Dios las necesidades, las indigencias de todos los hombres con la confianza que Él puede ayudar y confortar en las pruebas. El mismo Jesús practicó la oración de petición.
"Al final los que se acercan han de hacer una elección de vida con carácter definitivo. Y esto es precisamente lo difícil en nuestra sociedad, pues es contraria a adquirir compromisos"
¿Cómo será la vida contemplativa del postcoronavirus?
Tal vez numéricamente seremos menos, pero la grandeza de la vida consagrada contemplativa no está en el número; por lo mismo esperamos que sea una vida de radicalidad y coherencia evangélicas; que sea una vida profética para nuestro tiempo; que le recuerde que lo principal es vivir para amar a Dios y a los hermanos. Que el ejemplo de nuestra vida sea un interrogante para nuestros contemporáneos, de modo que quienes nos contemplen se pregunten por qué viven así.