Las excomulgadas quieren usar su valor (250.000 euros) para pagar el terreno y el alquiler del restaurante de Arriondas La pandemia, la guerra de Ucrania... y la venta del Banco Popular: la ex abadesa explica las razones del 'caso lingotes' en Belorado

La ex abadesa de Belorado
La ex abadesa de Belorado Francisco Canals

La ex abadesa denuncia el “interés explícito” en que trascienda la inversión en oro, mientras que su jefe de prensa habla de un “ataque reputacional". "Se quiere destruir a la abadesa, y no lo van a conseguir”

Si los fondos eran de la comunidad, ¿por qué fueron retirados e ingresados en otra cuenta, a nombre de Laura García de Viedma? El jefe de prensa de Belorado asegura que se trata de “algo completamente lícito” pues, añade, “el oro tiene que ser cobrado por una persona física”

La pandemia, la subida de precios motivada por la guerra de Ucrania… y la venta del Banco Popular al Santander por un euro. Estas fueron las razones por las que las exclarisas de Belorado decidieron sacar el dinero guardado en distintos bancos (en forma de acciones o fondos de inversión) y comprar oro, que ahora pretenden usar para pagar el alquiler del restaurante de Arrionadas, así como para financiar los pagos del terreno de 7.000 metros cuadrados, que se destinarán al cuidado de animales.

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Así, al menos, lo explica la ex abadesa, Laura García de Viedma, en hasta dos vídeos remitidos a los medios por su inefable jefe de prensa, Francisco Canals, quien arranca la presentación bromeando sobre la crisis de los lingotes. “Se las trata como si fueran piratas del Caribe”, señaló el periodista, antes de dejar paso al primero de los vídeos, en los que la antiguamente conocida como sor Isabel denuncia el “interés explícito” en que trascienda la inversión en oro.

“Me parece una operación de prudencia”, recalca la ex religiosa, quien justifica la decisión -que, tal y como asegura en otro momento Francisco Canals, fue aprobada por la archidiócesis de Burgos, y por la asamblea conventual- en la “hecatombe económica” acaecida en 2020, durante la pandemia, y especialmente con el cierre de la casa rural de Derio. “Dejamos de poder trabajar y tener ingresos. Se restringieron mucho las ventas, se dispararon los precios”, recuerda García de Viedma, que añade que “con la guerra de Ucrania se llevó a culmen los precios del chocolate y los frutos secos”.

En esa tesitura, subraya la excomulgada, “revisamos que una hermana que tenía dinero en acciones del Banco Popular, perdió en un instante, con la venta del Banco por un euro, absolutamente todo, más de 120.000 euros”. Otras acciones de la comunidad, en este caso en el BBVA, “bajaban y bajaban, y no estábamos para perder dinero”.

Por ello, la comunidad “tomó la decisión de sacar de los bancos los fondos, las acciones, y con ese dinero comprar oro, que nos parecía un metal muy estable”. Canals explica posteriormente que se trata de un total de 250.000 euros, “un colchón de cara al futuro”, que “invierten en el famoso oro”. Recientemente, lo utilizaron “para pagar deudas inmediatas, para el cuidado de las cinco monjas mayores de Belorado, para pagar ese alquiler de 1.600 euros en el restaurante de Arriondas, y para pagar a plazos el terreno de 7.000 metros cuadrados cercanos”.

Con todo, persiste una duda. Si los fondos eran de la comunidad, ¿por qué fueron retirados e ingresados en otra cuenta, a nombre de Laura García de Viedma? El jefe de prensa de Belorado asegura que se trata de “algo completamente lícito” pues, añade, “el oro tiene que ser cobrado por una persona física”.

“Es un ataque reputacional, se quiere destruir a la abadesa, y no lo van a conseguir”, finaliza Francisco Canals, antes de que la ex abadesa, ya en el segundo vídeo, vuelva a explicar,  con otros matices, el origen y destino de los lingotes de oro que, a día de hoy, se custodian en una casa especializada después de una investigación llevada a cabo por las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado.

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