Innsbruck, debo dejarte
¡Feliz jueves! No es que yo tenga especial relación con esa ciudad alemana (que, por otra parte, no conozco). Lo que hoy vamos a escuchar es una versión de una composición que circuló por Alemania durante mucho tiempo.
Es muy posible que sea la primera vez que aparece por aquí Paul Luetkeman (h. 1555-1616), compositor alemán nacido en Kolberg. Como era habitual en la época y el lugar, también era un reputado músico. Estudió en la universidad de Fráncfort del Óder en 1578 y unos años más tardes ya estaba trabajado en Wismar y en Stettin, donde también supervisó la música en la iglesia de Santiago y en la de San Nicolás. A comienzos del siglo XVII se volvió a mudar a Fráncfort. A partir de ahí empezó a publicar sus obras, en una colección titulada Newe lateinische und deutsche Gesenge auf die vornembsten Feste und etliche Sontage im Jahr nebst nachfolgenden schönen Fantasien, Paduanen und Galliarden lustig zu singen und gar lieblich auf allerley art Instrumenten zu gebrauchen. Contiene obras sagrados para entre cinco y ocho voces, así como obras instrumentales. En Stettin fueron publicados una selección de sus motetes.
Escuchemos su Fantasía coral a 5 sobre Innsbruck, ich muss dich lassen. La canción que da título a nuestra obra de hoy fue publicada por primera vez por Heinrich Isaac y cuenta el pesar por tener que abandonar la ciudad y el puesto de cantor. También alguna que otra amada se quedaba atrás. Es normal que hubiese muchas obras de esta obra (cuya melodía incluso llegó a ser un coral luterano) y lo que hace Luetkeman es construir una bella fantasía, glosándola de una delicada forma de forma que los instrumentos parece que cantan.
La interpretación es de Musica Antiqua Köln dirigida por Reinhard Goebel.