La Péri
¡Feliz martes! Con el título de esta publicación se hace referencia a diversas obras (que obviamente tienen ese título) de grandes maestros. A veces las conocemos más por su nombre que por haberla escuchado. Hoy vamos con una de ellas.
Nos visita Paul Dukas (1865-1935), compositor francés nacido en París. Su música se enclava entre el romanticismo y la modernidad, aunque casi siempre se apegó a las estructuras clásicas del siglo XX. Su madre era música y le inculcó el gusto por ella, a pesar de que se puso a estudiar piano sin un verdadero talento. De pronto, en la adolescencia, descubrió que le gustaba componer y eso le cambió la vida. Fue crítico musical y pronto empezó a acercarse a las grandes formas como la sinfonía y la ópera. En la década final de su vida alcanzó un gran renombre como profesor. Tuvo por estudiantes a otros que luego serían grandes como Messiaen o Duruflé. Quizá en este aspecto es más conocido Dukas: como docente y maestro de otros compositores.
Esuchemos su ballet La Péri. Fue un encargo de 1911 de Diaghilev y la obra tuvo un nacimiento complejo; lo llamó poème dansé en un tableau y fue la última obra publicada por el compositor. No es demasiado conocida, pero está considerada como una de sus obras más maduras. Disfrutamos de una bella mezcla de técnicas impresionistas y estilo francés. La orquestación es muy exuberante y la obra es una verdadera delicia, quizá más conocida por la introducción, que suele tocarse de forma independiente.
La partitura de la obra puede descargarse aquí.
La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Nueva York dirigida por Pierre Boulez.