Señor, escucha mi oración
¡Feliz jueves! El maestro inglés cuya música vamos a escuchar hoy es uno de los máximos representantes de su país. Su obra es de una gran calidad y sus composiciones religiosas también destacan por su profundidad y su forma de ir directas al corazón.
No puede ser otro que Henry Purcell (1659-1695), compositor inglés nacido en Londres. Tuvo un gran talento precoz del que nos hemos perdido mucho puesto que murió con treinta y seis años. Fue canto de la Capilla Real y allí mismo recibió su formación musical. Ese talento le permitió dedicarse a componer en una gran de géneros musicales, tanto religiosos como profanos. Compuso una buena cantidad de óperas y semióperas que fuero un paso fundamental en el desarrollo de la música barroca inglesa. También fue un consumado maestro del teclado, para el que compuso una buena cantidad de obras, que él mismo interpretaba haciendo que todos los que lo escuchaban quedasen maravillados. Entre sus obras también podemos admirar aquellas compuestas para las ceremonias reales, como cumpleaños o coronaciones.
Escuchemos su anthemHear My Prayer, O Lord, Z. 15. Está compuesto para ocho partes y el texto es el primer versículo del salmo 102. Lo escribió cuando empezó a trabajar como organista y maestro de coro de la abadía de Westminster. Se dice que la obra iba a pertenecer a otra mayor puesto que en el manuscrito aparecen varias hojas en blanco; también podría indicar esto que sea una obra para coro solo. La obra comienza con notas repetidas y luego empiezan a aparecer sus complejas armonías que están construidas sobre un gran crescendo, que culmina con un clímax sobre la palabra come. La textura cada vez es más compleja y se colorea con disonancias cuidadosamente elegidas.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de VOCES8.