¡Feliz jueves! Ya empezamos a caminar por este año nuevo 2025 y espero que sea con paso firme. La música siempre es una buena acompañante de ese viaje y si es la del gran maestro de hoy, el éxito está asegurado.

Hoy tenemos con nosotros a Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791), compositor austríaco nacido en Salzburgo. Como es sabido, su nombre completo era Joannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus. Los dos primeros nombres eran del santo del día en que nació (27 de enero): san Juan Crisóstomo. Wolfgangus era el nombre de su abuelo materno y Theophilus el de su padrino, el mercader Johannes Theophilus Pergmayr. A veces usaba la forma latina de Teófilo, es decir, Amadeus, aunque también se le conocía como Wolfgang Amadè (así firmaba él desde 1777 en adelante) en su versión francesa e incluso como Gottlieb, en alemán; por cierto que en Italia firmaba a partir de 1770 como Wolfgango Amadeo. Tuvo siete hermanos, pero de ellos solamente sobrevivieron él mismo y su hermana María Ana, conocida como Nannerl.

Vamos a escuchar su Sonata de iglesia n.º 14 en do mayor, K. 278. Su instrumentación se expande más allá de la camerística, e incluso cuenta con trompetas y timbales. Se abre con en enfático acorde en el tutti y continúa con un material tocado principalmente por las cuerdas. Aparece luego el tema principal, que también cantan las cuerdas que tiene un carácter alegre, pero a la vez serio. El segundo tema es algo más movido, aunque pronto el material es desarrollado y repetido. De forma general, la composición tiene un gran carácter sinfónico y casi parece el primer movimiento de una de sus sinfonías.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de la Orquesta Sinfónica de Viena dirigida por Bertrand de Billy (hay que hacer clic en el enlace para ver el vídeo en YouTube).