Sonata para tres

¡Feliz jueves! Nuestro gran maestro de hoy compuso en una variada cantidad de géneros musicales. Quizá no todos sean igual de conocidos que sus grandes obras, pero obviamente merecen la pena viniendo de quien vienen.

Ese gran maestro no es otro que George Frideric Handel (1685-1759), compositor inglés de nacimiento alemán en Halle. En una publicación de 1799 se dice que era una persona corpulenta y que aumentaba en volumen corporal conforme cumplía años. De él dijo algún contemporáneo que sus manos eran pies y sus dedos eran todos casi como pulgares. Ello era debido también a la vida sedentaria que llevaba. Eso hizo que sus articulaciones se le pusiesen rígidas además de sufrir de sobrepeso, con una forma de andar a veces vacilante. Sin embargo, nunca perdió su espíritu alegre y animado. Era un hombre con un gran espíritu y una especial benevolencia, algo que decían quienes lo conocieron que era algo característico de su carácter. Sin embargo, tenía un temperamento algo irascible y a veces tenía cierta impaciencia.
Escuchemos su Sonata en trío en sol mayor, op. 5 n.º 4, HWV 399. Está dividida en cinco movimientos que son todos adaptaciones de una música anterior. El primero se abre con dos característicos acordes separados por silencios. Poco después el violín se eleva mediante un bellos solo, dando lugar a una textura de líneas que se van entrelazando. Luego aparece un movimiento con un bajo que se va repitiendo y Handel eleva sobre él una suerte de variaciones. Poco a poco van las distintas partes sucediéndose hasta incluso ofrecernos un par de danzas, con unas memorables ideas melódicas y un contrapunto muy conseguido.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de The English Concert dirigido por Trevor Pinnock.