Vayamos con los pastores
¡Feliz Nochebuena! Hoy es ese día lleno de encanto en el que dejamos el Adviento y nos introducimos de lleno en el tiempo de Navidad para celebrar que Dios viene a hacerse como uno de nosotros, frágil y débil. Pongamos música a este día.
En este día tenemos a Giovanni Croce (h. 1557-1609), compositor italiano nacido en Chioggia. Fue discípulo de Zarlino, quien le hizo formar parte del coro de San Marcos de Venecia cuando aún Croce era un niño. La vocación religiosa le vino en 1585 y se ordenó sacerdote para luego ser empleado por la iglesia de Santa María Formosa. Hay registros que nos indican que tenía una buena voz, por lo que lo normal es que cantase en varios coros. Llegó a ser vicemaestro de capilla de San Marcos y también dio clases en el seminario. Cuando Baldassare Donato murió en 1603 fue nombrado maestro de capilla tras una ardua disputa con otros pretendientes al puesto. Croce está considerado como uno de los mejores y más influyentes maestros de la escuela veneciana y destacó dentro del campo de la canzonetta y el madrigal. Sin embargo, en su estilo no fue demasiado progresista ya que se mantuvo dentro de la tradición «antigua» de Andrea Gabrieli. En cuanto a su música religiosa, se adapta a los dictados del Concilio de Trento de que las palabras sean entendidas y comprendidas. Aun así, su música dejó huella en generaciones posteriores.
Disfrutemos de su motete Quaeramus cum pastoribus. Obviamente es una composición propia del tiempo de Navidad en el que hay episodios de preguntas y respuestas, según los dictados del texto. El uso de un doble coro, al estilo veneciano, está especialmente pensada para que se cree un verdadero diálogo, aunque Croce parece que no hace demasiado uso de esta posibilidad y compone una pieza algo más libre. El inicio es muy similar a la que puede considerarse la obra modelo con este obra: la del francés Jean Mouton.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es de Voces Suaves y Concerto Scirocco.