¡Feliz miércoles! Hay lugares que están perdidos, que parecen dejados y abandonados. Muchos de ellos están sometidos a fieros conflictos y parece que nadie se acuerda de ellos. Nuestra música de hoy nos hará meditar sobre este tema.

Ya ha aparecido por aquí antes Charlotte Bray (1982), compositora británica nacida en Oxford. Reconoce que trabajar como compositora hoy día es algo que necesita de una gran cantidad de tareas, desde administrar cuentas, hacer publicidad y llenar su propia página web, algo que comparte con otros artistas no solo músicos. Es de las que prefiere llevar a cabo los esbozos de cada obra en papel antes de acudir al ordenador para completarlas, porque se reconoce más segura cuando se sienta al teclado. Como tiene un pequeño estudio en su casa puede componer con más libertad, algo que hace por las mañanas para estar más tranquila. Sin duda, la tarea de componer no es fácil en la actualidad (y con las penurias actuales mucho menos). Sin embargo, Bray se va consolidando poco a poco como una compositora destacable en el panorama actual y no solamente en el Reino Unido.

Su composición que vamos a escuchar se llama A Lost Place. Gira alrededor del conflicto con el Estado Islámico en Siria e Irak y especialmente al genocidio de los yazidíes a quienes está dedicada. Explora las emociones relacionadas con la persecución que sufren. Las melodías del primer movimiento están enunciadas con nerviosismo, con glisandos y el uso del sul ponticello. El segundo moviento es una respuesta a una cita de Mura, con la viola y el chelo como acompañantes de un violín más. melódico. El tercer movimiento empieza en unísono y luego surgen materiales melódicos. El último es delicado, como flotante y tiene ciertas reminiscencias del primero.

La interpretación es de Javier Comesaña (violín), Jan Larsen (viola) y Gustav Rivinius (chelo).