Un salmo
¡Feliz jueves! Cualquier obra que tenga por texto uno de los salmos nos permite siempre conectar con Dios de una forma especial. Eso hará la obra de hoy, a pesar de que no hay texto en ella, porque es puramente instrumental.
Hoy nos visita Ina Boyle (1889-1967), compositora irlandesa nacida en Enniskerry. En 1923 cruzó el canal que separa Irlanda de Inglaterra para ir a estudiar nada menos que con Ralph Vaughan Williams, quien confiaba mucho en ella e incluso había interpretado alguna obra suya. Sin embargo, todo se torció debido a la Segunda Guerra Mundial, la cual hizo que dejase de viajar e incluso sus oportunidades musicales también cesaron. Ella siguió componiendo a pesar de todo (es más, lo hizo hasta casi el momento de su muerte) y nunca dejó de presentar sus obras allí donde le era posible. Era amiga de Elizabeth Maconchy (a quien hemos escuchado alguna vez por aquí) y esta se dio cuenta que la música de Boyle estaba cayendo en el olvido por causa del aislamiento, algo que no se resignaba a no superar.
Escuchemos su Salmo para violonchelo y orquesta. Data de 1927-28 y tiene un lenguaje romántico extraordinariamente suntuoso, de forma que parece casi un poema de amor más que un salmo. Esta obra es bastante desconocida y últimamente se está grabando e interpretando más en los conciertos. Una bella obra que nos permite dejarnos llevar por sus bellos sonidos.
La interpretación es de Martin Johnson (chelo) y la RTE National Symphony Orchestra dirigido por George Jackson.