Sufragista, periodista y activista social además de enfermera durante la gripe de 1918 Avanza la causa de santidad de Dorothy Day, fundadora del Movimiento del Trabajador Católico
Iniciada informalmente en 1997, la documentación de la causa de santidad de Dorothy Day podría estar concluida en algún momento del año próximo, para ser enviada a la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos
La estadounidense se manifestó en contra de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, a través de múltiples protestas no violentas, lo mismo que contra la Guerra de Vietnam y la utilización de armamento nuclear
Iniciada informalmente en 1997, la causa de santidad de Dorothy Day lleva trabajándose más de dos décadas. Un equipo del Movimiento del Trabajador Católico, que ella co-fundó, prepara la documentación y piensa que en algún momento del año próximo podría estar concluida, para ser enviada a la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos.
Robert Ellsberg y el cardenal John O'Connor fueron los precursores de la lucha porque se reconozca la santidad de esta religiosa que murió en 1980, momento en el que la revista Commonweal, en su obituario, la definió como "la católica americana más interesante e influyente" de su época.
Defendiendo múltiples causas
Después de una juventud intensa, que ella misma autobiografió, Day entregó su trabajo a los últimos, encarnándose en el mundo obrero, tratando de impactar a través del activismo social, de la reivindicación de los derechos de los trabajadores.
Como periodista, fundó el periódico del Movimiento del Trabajador Católico y como mujer se entregó a la causa sufragista. Referente para tiempos de crisis como los actuales, Dorothy Day también trabajó como enfermera atendiendo a los infectados por la gripe de 1918-9.
Se manifestó en contra de la Segunda Guerra Mundial, la de Vietnam y el armamento nuclear
Firme defensora del pacifismo, se manifestó en contra de la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, a través de múltiples protestas no violentas, lo mismo que contra la Guerra de Vietnam y la utilización de armamento nuclear.
El proceso que puede concluir en su canonización tiene razones de sobra, pero debe enfrentar el problema de la financiación, increíblemente costosa. Sobre todo "cuando el objeto de la causa abraza la pobreza voluntaria", como ha publicado Mark Pattison en cruxnow.com.