Respondiendo al llamado hecho directamente por el Papa Francisco a “hacer puentes Norte-Sur,” la asociación de teólogos y teólogas de la “Red Ecclesia in America” prepara un encuentro internacional en la Universidad de San Diego, California, Estados Unidos, que tendrá lugar del jueves 6 al domingo 9 de febrero de 2025. 

Este evento, cuyo tema central será “Movilidad humana, diálogo, y nuevos escenarios,” reunirá a una amplia gama de especialistas del ámbito teológico provenientes de casi todos los países del continente americano, junto con obispos y cardenales, en un esfuerzo sin precedentes por articular, de modo integral, la reflexión teológica con las urgencias pastorales y sociales que marcan el presente de la Iglesia en América.

El congreso será un espacio privilegiado para abordar, desde una perspectiva continental, las convergencias, cuestiones y propuestas que emergen en el camino del Pueblo de Dios, particularmente en tres contextos clave: el fenómeno de la movilidad humana, el ecumenismo y el diálogo interreligioso, y el surgimiento de nuevos escenarios teológicos. Todos estos temas reflexionados bajo el horizonte propuesto por el reciente ejercicio sinodal que ha vivido la Iglesia.

La existencia de la Red Ecclesia in America y la organización de este encuentro, en particular, está en sintonía con la propuesta del Papa Francisco en documentos como Evangelii Gaudium (2013) y Fratelli Tutti (2020), en los cuales el Pontífice ha insistido en la necesidad de superar las dinámicas excluyentes, la indiferencia y las asimetrías que afectan especialmente a las poblaciones desplazadas, a la par de promover una interacción más orgánica con otras confesiones cristianas y tradiciones religiosas.

Tal como indica la teóloga Rocío Cortés Rodríguez, del equipo organizador “el papa Francisco ha insistido en la promoción del diálogo, confiando en que este diálogo, es una condición necesaria para la promoción de la paz y la fraternidad universal. Queremos, por tanto, como equipo, proveer de este espacio para dialogar abiertamente, conocernos, ¡re-conocernos! y, en ese camino, destacar y valorar aquellas características propias de nuestros contextos y cómo estos afectan en el trabajo teológico y pastoral que llevamos a cabo en el continente”. 

Alberto Embry teólogo con amplia trayectoria y experiencia en los Estados Unidos, destaca la relevancia del encuentro al afirmar: “Estamos ante una coyuntura histórica en la cual la reflexión teológica no puede limitarse al análisis aislado de fenómenos sociales, sino que está llamada a encarnarse en un entramado continental que incluya el testimonio vivo de las comunidades migrantes, el discernimiento de nuevos horizontes eclesiales y la apertura hacia la alteridad religiosa. Esta reunión, por tanto, aspira a convertirse en un verdadero laboratorio práctico de discernimiento y corresponsabilidad eclesial, permitiéndonos no solo escuchar, sino dialogar con las voces invisibilizadas y proyectar respuestas concretas al desafío pastoral que enfrenta la Iglesia hoy en toda América”.

Durante los cuatro días, las conferencias, paneles y mesas redondas motivarán un diálogo dinámico en el que teólogos y teólogas experimentados, sacerdotes, religiosas, laicos y líderes comprometidos con el quehacer eclesial podrán escuchar y dialogar desde múltiples perspectivas culturales, litúrgicas y pastorales. Así, por ejemplo, el análisis de la movilidad humana no se limitará a un estudio de flujos migratorios, sino que se comprenderá en relación con un discernimiento teológico que permita integrar las voces de quienes experimentan el desarraigo, la pobreza estructural, la violencia y la marginalidad.

De manera análoga, las exigencias ecuménicas y de diálogo interreligioso se presentarán como puertas abiertas a la construcción conjunta de horizontes compartidos, reconociendo el entramado diverso de las realidades espirituales del continente. Esta iniciativa no solo busca la reflexión intelectual, sino que también aspira a generar propuestas concretas y viables para la vida de la Iglesia y el tejido social.

En este sentido, esta Red y la Conferencia retoma la tradición que ya se vislumbraba en el Documento de Aparecida (2007), el cual enfatizaba la importancia de un discernimiento comunitario capaz de abordar las encrucijadas contemporáneas con creatividad pastoral y rigor académico, evitando visiones reduccionistas o simplistas. El encuentro espera ofrecer un correlato entre el trabajo universitario, las iniciativas pastorales y la práctica cotidiana de la fe, abriendo caminos para que la Iglesia pueda responder, con integridad y esperanza, haciendo un ejercicio sinodal, a los desafíos urgentes del siglo XXI. 

La dirección del evento está a cargo de un equipo de reconocidos expertos en el campo teológico: Alberto Embry (Estados Unidos), María Clara Bingemer (Brasil), Peter Casarella (Estados Unidos), Rocío Cortés Rodríguez (Chile) y Víctor Carmona (Estados Unidos).

Por su parte el teólogo Víctor Carmona declaró: “Es una bendición para la Universidad de San Diego, universidad católica ubicada en la frontera que une Latinoamérica y Norteamérica, el servir como lugar de encuentro y diálogo. Tengo la esperanza de que la labor que llevaremos a cabo sirva para afianzar el camino sinodal de la iglesia en nuestro continente y así apoyar su capacidad para reflexionar y actuar en nuestra realidad—especialmente junto a migrantes y refugiados—a la luz del evangelio”.

Este grupo organizador, consciente de la complejidad de los contextos y las diversas identidades que componen el continente, asumirá la labor de asegurar que el encuentro se convierta en un verdadero laboratorio generador de ideas, nutrido por la pluralidad y la cooperación entre iglesias locales, instituciones académicas y organismos internacionales comprometidos con la dignidad humana.

Para el público interesado, las conclusiones, recomendaciones y líneas de acción emanadas de este encuentro se difundirán posteriormente, con miras a inspirar nuevas iniciativas en otros espacios eclesiales y académicos. En definitiva, el congreso “Movilidad humana, diálogo, y nuevos escenarios” se perfila como una ocasión histórica y singular para encarnar el llamado del papa Francisco: tender puentes que conecten las distintas realidades del Norte y el Sur del continente, impulsando un nuevo dinamismo pastoral, social y teológico que responda, con lucidez y misericordia, a las interrogantes de nuestro tiempo.