Obispo de Ciudad Juárez ofrece misa por todos los migrantes Pastoral de Movilidad Humana lamenta que gobierno en México no proteja a personas migrantes
Debido a que se cumplió un año del terrible hecho donde 40 migrantes murieron calcinados en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó mediante un comunicado que las autoridades mexicanas continúen con una política migratoria basada en la contención, detención, deportación y militarización.
Jimena Hernández corresponsal en México
El 27 de marzo de 2023, el mundo veía con sorpresa, tristeza, dolor e indignación la masacre de 40 migrantes calcinados en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Después de que intentaron realizar una protesta poniendo colchonetas y prendiendo fuego, sin que ninguna autoridad abriera las celdas y los dejarán morir quemados.
Y es que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que no habría impunidad y se castigaría a los responsables, a un año no hay ninguna persona procesada ni una explicación de por qué se abandonó de esa forma a las personas migrantes, además de que el director del INM, Francisco Garduño, se mantiene en libertad y sin renunciar a su cargo.
Por lo que la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, expresó su preocupación debido a que el Estado mexicano continúa con una política migratoria basada en la contención, detención, deportación y militarización.
"No hay cambios significativos en la gestión migratoria de parte de las autoridades correspondientes, y las personas migrantes y refugiadas continúan resintiendo las consecuencias de una estrategia deficiente en donde se criminaliza la migración irregular".
Afirmaron que durante un año, diversas organizaciones de la sociedad civil, casas del migrante, academia, organismos internacionales, han propuesto alternativas para cambiar las dinámicas de la atención a las personas migrantes y refugiadas que se encuentran en México y así evitar tragedias como la que se vivió en Ciudad Juárez, Chihuahua. "Sin embargo, vemos con dolor, que no existe voluntad política para llevar a cabo estas propuestas", enfatizaron.
Afirmaron que ya no hay tiempo y es urgente replantear las políticas migratorias entre México y Estados Unidos, ya que son estas las que han creado las condiciones para que se criminalice la migración irregular.
"No podemos permitir que México se vuelva cementerio de personas migrantes y refugiadas. No queremos más masacres, accidentes o tragedias para las personas migrantes o refugiadas. No olvidemos el mandato de Dios que nos dice “no maltraten al forastero ni al huérfano ni a la viuda; no les hagan violencia, ni derramen sangre inocente en este lugar” (Jeremías 22,3)".
La Pastoral de Movilidad Humana, manifestó que junto con todos los Obispos de México al servicio de las personas migrantes y refugiadas, continúan solidarizándose con las familias y las víctimas de la tragedia ocurrida en Ciudad Juárez, Chihuahua, y esperan que pronto "haya justicia, una verdadera reparación a las víctimas y la no repetición de estos hechos que enlutan a tantas familias que lo único que buscan es el bienestar para ellos y sus familias".
Realizan misa para recordar a migrantes calcinados
En Ciudad Juárez, el obispo Mons. J. Guadalupe Torres Campos celebró una misa para recordar a los 40 migrantes difuntos, pero también por los migrantes en general.
Ahí Mons. Torres lamentó que la ola migratoria sigue llegando a esta frontera sin que nadie pueda contenerla y sin que tenga una respuesta “suficientemente humana”.
“Llegan en condiciones tristes, deplorables, quieren pasar (a Estados Unidos), se enfrentan a maltratos, un bloqueo, muros, se topan con ese muro físico, pero también un muro de espíritu y de corazón”.
“Este es un llamado a los dos países (México y Estados Unidos), a las autoridades y a las sociedades, a dar una respuesta de fraternidad, a cada país a que seamos como Betania, dispuestos a recibir y acoger a nuestros hermanos migrantes, acoger con respeto por su dignidad”, indicó.
El pasado 9 de marzo, el Gobierno mexicano informó que como una alternativa, prepara la apertura de una nueva estación migratoria en medio del desierto de Chihuahua, a 72 kilómetros al sur de Ciudad Juárez, en el norte de México.