No es habitual que la Iglesia católica convoque una manifestación a favor de las víctimas y contra los abusadores de su propio clero. Pero los fieles de la parroquia de Santa Rita de Casia de Quito acaban de hacerlo e invitan a “todas las personas de buena voluntad” a la primera marcha desde el seno de la propia Iglesia a favor de las víctimas del abuso sexual del clero y de toda forma de abuso.

Bajo el título de ‘Marcha de paz en solidaridad con las víctimas de abuso sexual del clero’ y el subtítulo de "Dios escucha su grito", la parroquia de Santa Rita invita a la comunidad a marchar “por la vida, la justicia, el derecho, el respeto y. la restauración de las víctimas de abuso sexual por parte de clérigos”.

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Tras la oleada de casos de abusos, de los que RD se viene haciendo eco, los organizadores de la marcha quieren mostrar su apoyo a las víctimas, asi como su condena más absoluta a los victimarios y las autoridades eclesiásticas, que no sólo no asumen su responsabilidad, sino que tratan de encubrir a los abusadores con traslados inexplicados.

La marcha se celebrará el próximo domingo, día 29 de septiembre de 2024, después de la misa de 11:00. La salida tendrá lugar a las 12:00 desde la parroquia de Santa Rita hasta la sede de la vicaría sur-centro, donde se entregará un manifiesto al vicario episcopal Rubén Parra.

Los organizadores piden a los manifestantes que, si pueden, lleven algún distintivo de color blanco (prendas de vestir, globos, pitos, etc.) y que confeccionen un pequeño cartel con el nombre de sus familias, como signo de apoyo.

Ya ha comprometido su asistencia a la marcha el padre Fernando Barrionuevo, víctima de abuso de poder y de conciencia, que se encuentra suspendido por haberse negado a pagar 60.000 dólares por una parroquia, como él mismo ha denunciado en estas páginas.

También participarán la madre de la niña presuntamente violada por el cura Jimmy Mogrovejo, cuyo caso acabamos de publicar.

La marcha la convocan los feligreses de la parroquia Santa Rita de Casia, concientizados de que “los abusos sexuales, clericales y de toda naturaleza son una afrenta y un delito gravísimo que clama al cielo como pecado y que pide reparación desde la sociedad como un delito en el ámbito penal”.

Aseguran también en la carta de convocatoria, firmada por la psicóloga Dra. Karina Vélez  y la pedagoga Mgt. Viviana: “Nuestro camino está iluminado por Dios, quien, está en contra de todo tipo de abusos (Ex 3, 7-9), y desde nuestra misión profética, nacida en el bautismo, pues el mismo Cristo, nuestro bendito Salvador, sentencia: “Ay de aquel que haga daño a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarren al cuello una piedra de molino y que lo hundieran en los más profundo del mar” (Mt. 18, 6)”.

Y añaden: “Además, el Magisterio y Disciplina de la Iglesia, califica sin ambages como crimen abominable esta conducta contraderecho, contraevangélica y antihumana. Nuestro querido papa Francisco, nos enseña que en la Iglesia no hay tolerancia para estos crímenes (cero tolerancia), ni lugar para sendos criminales”.