Del 8 al 10 de noviembre se celebrará la CXI Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano Monseñor Cabrera: "Necesitamos redoblar nuestra atención a las emergencias de los migrantes, los jóvenes y los sacerdotes"
Y tenemos grandes retos que afrontar para el futuro inmediato: el Encuentro Eclesial de México, la Asamblea Eclesial de América Latina, y el Sínodo sobre la Iglesia Sinodal. Ello nos permitirá vivir la globalidad, pensando globalmente y actuando localmente
Desde México, pasando por América Latina, manifestaremos nuestra adhesión al Papa incorporándonos al proceso sinodal que nos propone
Recordemos que la experiencia del sínodo nos invita a caminar junto con Jesús de Nazaret, con nuestra Iglesia y con la humanidad, en especial con nuestro pueblo mexicano
En ésta misma Asamblea serán elegidos los 80 cargos de la estructura funcional, entre ellos el Presidente y Secretario General de la Conferencia
Recordemos que la experiencia del sínodo nos invita a caminar junto con Jesús de Nazaret, con nuestra Iglesia y con la humanidad, en especial con nuestro pueblo mexicano
En ésta misma Asamblea serán elegidos los 80 cargos de la estructura funcional, entre ellos el Presidente y Secretario General de la Conferencia
Jimena Hernández corresponsal en México
Durante los días del 8 al 10 de Noviembre los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano fueron convocados en la Ciudad de México en la sede de la CEM- Casa Lago, para efectuar la CXI Asamblea Plenaria. Ésta es la primera reunión, desde que inició la pandemia, donde los Obispos se reúnen de manera presencial.
En esta ocasión, solamente fueron convocados los 127 obispos con derecho a voto, el Nuncio Apostólico Mons. Franco Coppola, los 8 secretarios ejecutivos de las comisiones episcopales, el equipo base de vicarios episcopales de pastoral, y algunos invitados. La asistencia final fue de 118 personas con derecho a voto, y 139 personas presentes al inicio de la Asamblea.
Los temas principales a tratar serán la evaluación de los ejes transversales y emergencias pastorales del Trienio (2018-2021), la elaboración y aprobación de objetivo general, nuevos ejes transversales, y prioridades pastorales para el trienio 2021–2024 y la presentación de los informes de las Comisiones de la CEM.
En ésta misma Asamblea serán elegidos los 80 cargos de la estructura funcional, entre ellos el Presidente y Secretario General de la Conferencia, quien en éste periodo estuvieron a cargo de Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey, y Mons. Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey respectivamente.
El objetivo de la reunión es dar continuidad a los trabajos en proceso que lleva la Conferencia del Episcopado Mexicano, a saber, el Proyecto Global de Pastoral 2031-2033, engarzándolo con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, el Encuentro Eclesial de México, a celebrarse en abril del 2022, y el importante Sínodo de los Obispos, inaugurado recientemente por el Papa Francisco.
Recordemos que la experiencia del sínodo nos invita a caminar junto con Jesús de Nazaret, con nuestra Iglesia y con la humanidad, en especial con nuestro pueblo mexicano. @arzobispomtypic.twitter.com/Z1ymLhjdWM
— CEM (@IglesiaMexico) November 8, 2021
Iglesia y pandemia.
Al inicio de la Asamblea se ha dirigido un mensaje de bienvenida por parte del actual Presidente de la Conferencia Mons. Rogelio Cabrera, quien al recordar el pasaje de los Discípulos de Emaús referenció como la reciente pandemia, también ha impedido en ocasiones, mirar a Jesús en todos los afectados por las diferentes crisis que la pandemia ha acentuado. "Ha sido una tormenta que ha puesto en peligro la estabilidad de nuestra barca eclesial" evidenció Mons. Cabrera.
Sin embargo -continúa el Presidente de la Conferencia- y como los discípulos de Emaús, creo que hemos abierto los ojos para responder a estas crisis, tratando de hacerlo de la mejor manera. No obstante, la contingencia, y atendiendo las disposiciones de las autoridades, hemos continuado en todas las diócesis la catequesis a través de medios virtuales, hemos llegado a miles de hogares con eucaristías transmitidas por las diferentes redes sociales y, especialmente, nuestra pastoral social ha buscado aliviar, aunque sea un poco, el sufrimiento de nuestro pueblo.
Redoblar esfuerzos: migrantes, jóvenes y sacerdotes.
En éste mismo mensaje, se enfatiza de manera aguda como se requiere redoblar esfuerzos para atender los nuevos retos que se enfrenta la Iglesia en México. El primero de ellos, lo refiere sobre las oleadas de migración que se han recibido en los últimos meses, y que se convierte en una urgencia que espera ser atendida no sólo por los obispos de la zona fronteriza sino por todos los obispos, así como para trabajar también con quienes se niegan a recibirlos, a darles trabajo. "Rechazar a un migrante, tenemos que gritarlo, es rechazar a Jesús." dijo enfático Monseñor Rogelio Cabrera.
Como segundo compromiso se evidencia la necesidad de una cercanía con los jóvenes, especialmente con los más vulnerables, retomando lo planteado en el Plan Global de Pastoral 2031-2033 que plantea realizar proyectos pastorales que acompañen y ayuden a los jóvenes en riesgo de: violencia, narcotráfico, prostitución, trata de personas, etc., con ambientes más sanos que les ayude a desarrollar su espíritu juvenil.
Y como tercera prioridad resalta que son los mismos sacerdotes una emergencia a atender, para no ser vistos como policías o jueces, sino como los padres que los quieren escuchar y como hermanos que los acompañan en su vida y ministerio, " Ojalá que además de ser nuestros principales colaboradores sean nuestros mejores amigos" concluye el Arzobispo de Monterrey.
El futuro inmediato: la sinodalidad.
De cara a los próximos encuentros que deben afrontarse, es que el Arzobispo Rogelio Cabrera concluye su mensaje ante la Asamblea de Obispos y expresa que "Desde México, pasando por América Latina, manifestaremos nuestra adhesión al Papa incorporándonos al proceso sinodal que nos propone" poniendo sobre la mesa que estos retos deberán ser afrontados en medio de un clima social y político cada vez más polarizado, pero que requiere que sin protagonismos se puede testimoniar la presencia de Jesús muerto y resucitado.
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