Con el lema "Juntos vivieron y juntos murieron, hoy son luz y vida" La Iglesia argentina conmemora el 47° aniversario de la masacre de los mártires palotinos en San Patricio
El próximo martes 4 de julio se conmemorará en la parroquia San Patricio, del barrio de Belgrano, el 47° aniversario del asesinato de los siervos de Dios padres Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo Kelly, y de los estudiantes Salvador Barbeito y Emilio Barletti
Ejecutados el 4 de julio de 1976, durante la dictadura militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, a causade su compromiso profético
Fueron cruelmente ultimados en la casa parroquial, lo que constituyó un hecho inédito, por tratarse de la mayor masacre sufrida por una comunidad religiosa en la República Argentina
Monseñor Enrique Eguía Seguí, delegado para la vicaría general de la arquidiócesis de Buenos Aires, presidirá la ceremonia, que tendrá lugar ese mismo día a las 19
Fueron cruelmente ultimados en la casa parroquial, lo que constituyó un hecho inédito, por tratarse de la mayor masacre sufrida por una comunidad religiosa en la República Argentina
Monseñor Enrique Eguía Seguí, delegado para la vicaría general de la arquidiócesis de Buenos Aires, presidirá la ceremonia, que tendrá lugar ese mismo día a las 19
(AICA).- Con el lema “Juntos vivieron y juntos murieron, hoy son luz y vida”, el próximo martes 4 de julio se conmemorará en la parroquia de San Patricio, del barrio porteño de Belgrano, el 47° Aniversario del asesinato de los siervos de Dios padres Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo Kelly, y de los estudiantes Salvador Barbeito y Emilio Barletti.
A causa de su compromiso profético, los cinco fueron cruelmente ultimados en la casa parroquial, lo que constituyó un hecho inédito, por tratarse de la mayor masacre sufrida por una comunidad religiosa en la República Argentina.
Monseñor Enrique Eguía Seguí, delegado para la vicaría general de la arquidiócesis de Buenos Aires, presidirá la ceremonia, que tendrá lugar ese mismo día a las 19.
“Al finalizar la misa, trasladaremos la alfombra, en la que derramaron su sangre los mártires, al oratorio contiguo al presbiterio, acondicionado especialmente para tal fin. Ese lugar será un espacio propicio para agradecer al Señor por la vida de nuestra comunidad, y para pedirle que el sacrificio de nuestros hermanos no haya sido en vano, sino que dé abundantes frutos, para mayor gloria de Dios y de su Iglesia”, expresó en nombre de la comunidad religiosa y parroquial el padre Pablo Bocca SAC