Adiós al sacerdote y político nicaragüense Los restos de Cardenal serán incinerados y reposarán en Solentiname
El sacerdote fundó la comunidad en Solentiname a la vez que apoyaba la lucha contra la dictadura somocista, en la década de 1970, antes de ser titular de Cultura con el Gobierno sandinista, entre 1980 y 1990, también dirigido por Ortega
Los restos del poeta y sacerdote trapense Ernesto Cardenal, una de las máximas figuras de la literatura latinoamericana, serán cremados y descansarán en un archipiélago del Gran Lago de Nicaragua, país que permanecerá tres días en duelo por su fallecimiento.
Cardenal falleció ayer en un hospital de Managua, como producto de un ataque cardíaco relacionado con su avanzada edad, 95 años, dejando un legado literario que en 2010 le mereció ser candidato al Premio Nobel de Literatura, por la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
El Gobierno de Nicaragua decretó tres días de duelo nacional por la muerte del autor de la “Hora cero”, a pesar de que este se consideraba un “perseguido” político del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, por las críticas del sacerdote, que crecieron con la muerte de cientos de personas durante manifestaciones antigubernamentales, a partir de 2018.
La decisión del Gobierno nicaragüense fue criticada por algunos allegados y admiradores de Cardenal, que la consideraron contradictoria con su trato al sacerdote.
El archipiélago de Solentiname, que albergará las cenizas de Cardenal, es un lugar paradisíaco, donde el poeta convirtió una comunidad de pescadores en una de artistas con profunda convicción religiosa.
El sacerdote fundó la comunidad en Solentiname a la vez que apoyaba la lucha contra la dictadura somocista, en la década de 1970, antes de ser titular de Cultura con el Gobierno sandinista, entre 1980 y 1990, también dirigido por Ortega.
Por su participación en aquel Gobierno el papa Juan Pablo II lo castigó “A divinis” en 1985, y fue indultado por el papa Francisco en 2019.
Solentiname le dio muchas alegrías a Cardenal, pero también incomodidad, ya que en las últimas dos décadas, nuevamente bajo un Gobierno de Ortega, pero ahora distanciado del presidente a causa de las críticas, el poeta enfrentó juicios legales que buscaron dejarlo sin sus propiedades en el archipiélago y enviarlo a prisión.
El fallecimiento del autor de “Oración por Marilyn Monroe y otros poemas” fue lamentado por otros dos referentes de la literatura nicaragüense y latinoamericana, Sergio Ramírez y Gioconda Belli.
“Al morir Ernesto Cardenal pierdo a un hermano mayor, amigo entrañable y vecino de muchos años, un guía moral, un modelo literario, y con él se va parte esencial de mi propia historia”, dijo el Premio Cervantes, Ramírez, quien era vecino cercano y se intercambiaba escritos con el poeta.
La escritora y poeta Belli se sinceró y dijo que “me hace llorar ver las fotos de Ernesto, mientras escribo esta introducción a mi despedida para él, una despedida que escribí en febrero, cuando pensamos que se moría y nos sorprendió regresando a la vida con más bríos y más dulzura”.
“Ahora sí, ya no volvió, pero se queda con su magnífica poesía con nosotros, pero claro, no será lo mismo que verlo, que oírlo. Nunca entenderé la muerte”, agregó Belli.
El cuerpo del miembro de la Legión de Honor en Grado de Oficial por el Gobierno de Francia , ganador del prestigioso Premio Reina Sofía de Poesía y del Premio Internacional Mario Benedetti, será velado hoy en una funeraria de Managua, y recibirá una misa en su honor mañana en la catedral de la capital nicaragüense.
El que hasta ayer fue el poeta vivo más prestigioso de Latinoamérica será trasladado a su amado Solentiname el fin de semana.