Cui prodest scelus, is fecit.

Esta locución jurídica latina deriva de la frase pronunciada por Medea en la tragedia homónima de Séneca.
[500] (Medea) tua illa, tua sunt illa: cui prodest scelus,
is fecit - omnes coniugem infamem arguant,
solus tuere, solus insontem uoca:
tibi innocens sit quisquis est pro te nocens.
Seneca, MEDEA, ACTUS PRIMUS, SCENA I.
Medea afirma en los versos 500-501 : "cui prodest scelus, is fecit", que en nuestro romance significa: 'Aquel a quien aprovecha el crimen es quien lo ha cometido'.
El concepto expresado por Medea es un axioma fundamental en las investigaciones actuales de los instructores judiciales y policiales: el descubrimiento de un posible móvil favorece igualmente el descubrimiento del culpable del acto delictivo, o por lo menos limita el número de los sospechosos. La formulación más frecuente de este axioma es: "el beneficiario del Crimen, lo cometió", en inglés: "the murderer is the one who gains by the murder.".
(La expresión más conocida en términos jurídicos es cui prodest? que quiere decir ¿a quién aprovecha? y que se utiliza cuando se investiga un delito: si se conoce quién es la persona que más se beneficia de la comisión de ese delito, se puede llegar a conclusiones definitivas)
Algunos Términos latinos Utilizados en Derecho, ed. M. Polanco, UFM.
Conviene notar, como origen del lapsus de nuestro columnista de El País, que el nominativo latino "quid" ha dado efectivamente múltiples expresiones al derecho: "Quid iuris?" '¿el qué del derecho'; "Quid novi?" '¿qué hay de nuevo?'; "Quid prodest?" '¿Para qué sirve?'.
En estas locuciones "Quid" es la forma neutra, en nominativo, del pronombre indefinido - interrogativo latino "quis", y se podría traducir en castellano por 'qué cosa'.
Generalmente, en las locuciones castellanas latinizantes, sirve para referirse a la esencia, al porqué de una cosa, lo cual hace que vaya precedido del artículo nominalizador "el". Por eso se dice "el quid de la cuestión", o "ahí está el quid".
Terminemos diciendo que el "quid del periodismo" consiste en contrastar las informaciones antes de publicarlas. Esto hay que hacerlo sobre todo con las más delicadas, que son las que se refieren a la responsabilidad de las personas. Si no se hace así, se confunde fácilmente "el quid" de la noticia con "el cui", que es lo que parece que está pasando con las gravísimas noticias del 11M.