13 de abril: Domingo de Ramos
Texto evangélico
“Cuando se acercaba ya a la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto, diciendo: «¡Bendito el rey que viene en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas». (Lc 19, 33-38)
Reflexión
La palma es mencionada en la Biblia (Sal 91, 13) como símbolo de victoria, triunfo, paz y vida eterna. En el judaísmo, una rama de palmera forma parte de la fiesta de Sucot. En el cristianismo, la palma está especialmente asociada con el Domingo de Ramos y, en la iconografía cristiana, representa la victoria de los mártires. También se la relaciona con el Paraíso.
El olivo aparece en varios pasajes bíblicos, desde el momento en que la paloma llevó a Noé una rama de olivo (Gn 8, 11) hasta la representación de los dos testigos como dos olivos (Ap 11, 4). A lo largo de la historia, los olivos han sido fuente esencial de alimento, aceite para lámparas y medicina. Con su aceite se ungía a reyes y profetas, y en la tradición cristiana es símbolo de la unción sagrada del Espíritu Santo. Tanto el olivo como su rama representan la paz y la reconciliación. Jesús oró en el huerto de los olivos, en Getsemaní, cuyo nombre significa "almazara".
El boj es una planta citada en la Biblia (Is 41, 19). En mi primer año de ministerio en Huertahernando, consideré que era apropiado bendecir ramas de olivo en el Domingo de Ramos. Bajé a mi pueblo y subí con abundantes ramos. Al final de la misa, pregunté a los fieles sobre esta tradición. Un anciano me respondió: "Señor cura, en cada pueblo bendicen a Dios con lo que tienen." Desde entonces, en este día bendecimos el boj frondoso.
Propuesta
Hoy, al llevar un ramo de hoja perenne, es una oportunidad para tomar mayor conciencia de nuestra identidad cristiana.