III Domingo de Adviento 

Texto bíblico 

“Alégrate hija de Sión, grita de gozo Israel, regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén” (Sof 3, 14). “Gritad jubilosos, habitantes de Sión, | porque es grande en medio de ti el Santo de Israel” (Isa 12, 6). 

Comentario 

Este domingo se conoce como “Domingo Gaudete” (que significa "alegraos"), porque marca que ya hemos superado la mitad del tiempo de Adviento y la Navidad está muy cerca. La razón de esta alegría radica en la celebración del misterio más asombroso: que Dios se haga uno de nosotros, nacido de mujer. Así lo expresa san Pablo: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca” (Flp 4, 4-5). 

Sin embargo, aunque la Liturgia nos invita a la alegría, es posible que las circunstancias sociales, familiares o personales no ofrezcan motivos para ello, sino todo lo contrario, debido a la violencia, los enfrentamientos, las rupturas familiares o las dificultades económicas. Aun así, el motivo de nuestra alegría es el Señor y su opción compasiva.

Juan Bautista anuncia la venida de Jesús. El Evangelio reitera una pregunta clave: “Y nosotros, ¿qué debemos hacer?” (Lc 3, 14). La respuesta está en salir de nosotros mismos, en ser solidarios, compartir y compadecer: “El que tenga dos túnicas, que comparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo” (Lc 3, 10). 

Propuesta 

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