Ven, Espíritu Santo, no tardes más Vigilia de Pentecostés
Invocación al Espíritu Santo
Invocación al Espíritu Santo
Espíritu Santo, Señor y dador de vida, Abogado defensor, maestro interior, orante permanente en nuestro corazón, aliento vital e inspiración bondadosa: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, amor divino, relación entrañable que nos permite hablar con Dios como hijos a su Padre, y nos reviste de dignidad, convirtiéndonos en miembros del Cuerpo de Cristo: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, acción permanente y discreta que nos permite colaborar con el Creador y acrecentar la obra de sus manos, expandiendo la belleza y la bondad que reside en todas las cosas: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, regalo de Cristo resucitado que nos restaura por el don de la misericordia y el perdón, y nos mueve también a perdonar y a derribar todo obstáculo que impida la paz en la conciencia: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, derroche de inspiración en quienes nos saben mostrar, a través de las artes, la plenitud que contiene la materia, y hacen patente y visible la bondad que reside en todo lo creado: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, huésped invisible en el hondón del ser de cada persona que la convierte en don sagrado, sacramento de tu divinidad, por ser templo vivo de tu presencia amorosa: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, atracción hacia el bien, moción consoladora, fortaleza en el combate, coraza frente al mal, razón por la que comenzar siempre de nuevo; restaurador y ayuda en nuestra debilidad: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, don de Sabiduría, de Entendimiento, de Consejo, de Ciencia, de Piedad, de Fortaleza y de Temor de Dios: ¡Ven, no tardes más!
Espíritu Santo, dador de todas las virtudes, de la fe, de la esperanza, y de la caridad, infunde en nosotros el don de tu amor para que seamos testigos ante el mundo de tu presencia: ¡Ven, no tardes más!