Obispo de Sevilla, le cupo el honor de convertir del arrianismo a muchos cristianos, con la ayuda del rey Recadero, primer monarca español que profesó la fe católica en el Concilio de Toledo en 589. Entre los conversos se cuenta a san Hermenegildo.
El arrianismo negaba la divinidad de Jesús y supuso una gran división en la Iglesia. Nuestra fe confiesa que Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre, en la única persona del Hijo de Dios, el Verbo hecho carne, definición del Concilio de Nicea en 325. El próximo año santo se celebra el 1700 aniversario de este Concilio.
Desde entonces la Iglesia profesa: “Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre…”.
Sorprende el hecho, relacionado con san Leandro, de la santidad de toda la familia. San Isidoro, Fulgencio y Florentina, hermanos entre sí, todo fueron santos.
Profesa la fe en Cristo