(Román Espadas, sj).- El 23 de mayo 2015 monseñor Oscar Arnulfo Romero, el arzobispo de San Salvador asesinado por los escuadrones de la muerte en 1980 mientras celebraba misa, fue declarado "beato".
Fue un acto histórico para América Latina y el mundo entero, sobre una figura universal que supera las fronteras entre creyentes y no creyentes.
Monseñor Romero, formado en la tradición clásica católica, en los últimos tres años de su vida optó por acompañar al pueblo pobre de El Salvador en su emancipación y darles voz a los que no la tenían.
Romero es el primer caso de mártir católico in odium fidei ("por odio a la fe") ajusticiado por católicos y cuyo atormentado proceso de canonización dividió las instituciones eclesiásticas, de papa en papa, hasta la inesperada llegada de un pontífice latinoamericano al solio de Roma.
El documental, con el testimonio de los colaboradores mas cercanos de Romero, recorre toda su vida desde la infancia y su evolución interior hasta el día de su sacrificio. En el trasfondo está su país: el "pulgarcito de América".
El desenlace hacia su santificación, auspiciado por el Papa Francisco, representa un gesto de reparación y desagravio para él y su pueblo, en búsqueda de una reconciliación nacional.