"El martirio de San Bartolomé", hallado en la parroquia extremeña de Segura de León Un inédito Valdés Leal

(Antonio Aradillas).- Con todos los predicamentos y protocolos históricos y artísticos exigidos, los expertos difundieron recientemente la noticia del descubrimiento en la iglesia parroquial de Segura de León, de la diócesis de Mérida- Badajoz, de una obra del pintor Juan de Valdés Leal, con posterior restauración en la ciudad de Sevilla.

Se trata de la obra inédita de "El martirio de san Bartolomé", posiblemente uno de los últimos lienzos que pintara tan genial artista, entre los años 1683 y 1686, poco después de que sufriera una apoplejía, enfermedad de la que murió el día 15 de octubre de 1690, a las 68 años de edad, siendo enterrado en la parroquia de San Andrés de Sevilla, donde fuera bautizado el 4 de mayo de 1622. Discípulo de Antonio Castillo, en Córdoba, su esposa se llamaba Isabel.

Su obra es de estilo barroco, muy naturalista y tenebrista, inclinándose por temáticas macabras, con gran sentido del movimiento, colores brillantes e iluminación dramática. Es uno de los pintores más importantes del Siglo de Oro, revalorizado en los últimos tiempos, pese a haber vivido siempre eclipsado por la estrella rutilante de Murillo, sobre todo con sus sevillanísimas "Inmaculadas".

Posiblemente las obras más famosas de Valdés Leal son las "Postrimerías " de la Santa Caridad de Sevilla, encargadas por don Miguel de Mañara, con sus "Finis gloriae mundi" e "In ictu óculi", que constituyen una de las mejores alegorías del verdadero espíritu barroco.

La autoría del "Martirio de san Bartolomé" ha sido descubierta por los restauradores Carlos Javier Sánchez Távora y Regla Sossiñol Rodero, de la empresa-taller "Récar" J.C., asesorados por los especialistas Juan Luis Coto y Enrique Valdivielso.

El pueblo de Segura pertenecía por entonces a la archidiócesis hispalense, siendo previsible que algún día se descubran con fidelidad y documentos los pasos que hubo de dar el cuadro hasta haber llegado al convento exclaustrado de la Limpia Concepción, de la Orden de san Francisco, y su traslado a la iglesia parroquial de la Asunción, el año 1870.

Es de destacar la labor del impertérrito señor cura a favor de la restauración del templo parroquial, que hizo en gran parte posible el hallazgo del Valdés Leal, lo que contribuirá a potenciar los atractivos turísticos de uno de los pueblos más potencialmente visitables del entorno del Sur de Extremadura.

Su castillo santiaguista y su ronda, dehesas, tesoro de la Sierra de la Martela, Casas Consistoriales y del Gobernador, arquería mudéjar de la Plaza Mayor, molinos de agua, sus numerosos e interesantes recuerdos judíos, santuarios del Cristo de la Reja, ermitas de la Virgen de los Remedios, con su retablo barroco, de san Roque y su hospital, y restos de la mudéjar de las Angustias, sus calles y plazas limpias y blancas, sus fuentes del Caño y de Santa María, sus fiestas típicas y gastronomía reduplicativamente ibérica y la colección de cuadros y dibujos de la "fundación- donación" de quien suscribe esta información, completan una oferta de turismo cultural ciertamente envidiable, y con ineludible proyección de futuro, a falta solo de que la iniciativa empresarial la complete y potencie, como es intención de los actuales responsables munícipes.

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