A propósito del Sínodo alemán y el “Monitum” de la Santa Sede Ferrando: "Si Roma continúa por esa línea puede frustrar un camino que ha ilusionado a mucha gente y ha despertado expectativas"
La Iglesia alemana, sin duda marca tendencia en el ámbito de la Sinodalidad, no tanto por el Clero, que también, sino por el número de laicos/as bien preparados teológicamente
No quiero obviar que la Iglesia alemana vive una cierta sensación de contradicción interna y de incoherencia ontológica en el ámbito económico. De algo de esto habló en su momento Benedicto XVI
De la información que manejo no se deduce ningún movimiento, que lleve a la Iglesia Alemana, de momento, a tomar decisiones unilaterales en ningún ámbito, sino a plantear a Roma propuestas a discutir, y encontrar soluciones a problemas reales.
La Sinodalidad en algunos países como el nuestro, en general ha sido bastante controlada o peor todavía ignorada.
Muchos laicos/as, si se frustra el intento de que en el Aula Sinodal, se discuta de ciertos temas considerados por algunos “tabú”, dirán para este viaje no hacia falta tantas alforjas. Y continuará la “desafección” de muchos cristianos comprometidos…
Me da la impresión, que la Sinodalidad, puede poner a la Iglesia Católica en el punto de partida de un nuevo Concilio, no tanto de orden Dogmático, sino Pastoral y Disciplinario.
De la información que manejo no se deduce ningún movimiento, que lleve a la Iglesia Alemana, de momento, a tomar decisiones unilaterales en ningún ámbito, sino a plantear a Roma propuestas a discutir, y encontrar soluciones a problemas reales.
La Sinodalidad en algunos países como el nuestro, en general ha sido bastante controlada o peor todavía ignorada.
Muchos laicos/as, si se frustra el intento de que en el Aula Sinodal, se discuta de ciertos temas considerados por algunos “tabú”, dirán para este viaje no hacia falta tantas alforjas. Y continuará la “desafección” de muchos cristianos comprometidos…
Me da la impresión, que la Sinodalidad, puede poner a la Iglesia Católica en el punto de partida de un nuevo Concilio, no tanto de orden Dogmático, sino Pastoral y Disciplinario.
Muchos laicos/as, si se frustra el intento de que en el Aula Sinodal, se discuta de ciertos temas considerados por algunos “tabú”, dirán para este viaje no hacia falta tantas alforjas. Y continuará la “desafección” de muchos cristianos comprometidos…
Me da la impresión, que la Sinodalidad, puede poner a la Iglesia Católica en el punto de partida de un nuevo Concilio, no tanto de orden Dogmático, sino Pastoral y Disciplinario.
La Iglesia alemana, sin duda marca tendencia en el ámbito de la Sinodalidad, no tanto por el Clero, que también, sino por el número de laicos/as bien preparados teológicamente. Esta cifra es muy notable. El irrefrenable empuje del laicado está marcando sin duda los resultados de este Sínodo. En Alemania cuando hacen una propuesta saben perfectamente lo que dicen, ya que nace no sólo de la reflexión teórica, sino también del contraste diario con la realidad. La capacidad de discernimiento está muy contrastada. Las facultades de Teología son un ejemplo muy importante.
No quiero obviar que la Iglesia alemana vive una cierta sensación de contradicción interna y de incoherencia ontológica en el ámbito económico. De algo de esto habló en su momento Benedicto XVI. Navega en la abundancia, aunque recientemente, a raíz del informe sobre la pederastia ha tenido muchas personas que se han dado de baja, y esto le está doliendo enormemente.
Todas estas circunstancias han conducido a que el Sínodo se haya convertido en una oportunidad de dar la palabra a los laicos y relanzar una Iglesia que tiene la sensación en muchos aspectos de estar anclada en el pasado, y que no responde a los retos de hoy. Una teología sobriamente avanzada, una pastoral bastante social y una liturgia muy cuidada.
De la información que manejo no se deduce ningún movimiento, que lleve a la Iglesia Alemana, de momento, a tomar decisiones unilaterales en ningún ámbito, sino a plantear a Roma propuestas a discutir, y encontrar soluciones a problemas reales. ¿No querían eso al convocar los sínodos?. Quiero recordar algo que escribí en los albores del movimiento Sinodal: “¿Qué límites tiene la Sinodalidad? ¿De qué temas no se puede discutir? Evidentemente, las únicas cuestiones serían “los Dogmas de Fe”, pero aún así desde una sana Teología Fundamental, se podría plantear un análisis hermenéutico global de cada uno de ellos para, desde su lenguaje y contexto histórico, actualizar su sentido y significado para hoy”. Que yo sepa no han llegado todavía tan lejos, pero ya se les está intentando cerrar el camino…, a no ser que algunos interesadamente interpreten ciertas propuestas como atentados a los Dogmas. Están en otras cosas…
“Evidentemente, la Iglesia después de los Dogmas se mueve en el ámbito de la Tradiciones y las tradiciones con minúscula. Un esfuerzo serio en torno a la validez de cada uno de ellas sería necesario, ya que muchas de ellas lastran la autenticidad del testimonio y la renovación de muchas instituciones y estructuras. Este es un segundo nivel que no deberían descuidarse, ya ni mucho menos se trata de dogmas de Fe. Lo que fue válido ayer puede ser un obstáculo grande hoy, ya que puede dañar la credibilidad de la Iglesia y de la vida cristiana. Por eso hoy que hilar fino, y de manera valiente”. Por aquí parece que se mueve la reflexión y las propuestas de la Iglesia alemana y de muchas otras Iglesias. Pero no ahora, sino desde hace mucho tiempo, lo que pasa es que nadie ha querido abordarlo seriamente. Por eso la Sinodalidad en algunos países como el nuestro, en general ha sido bastante controlada o peor todavía ignorada.
Evidentemente, a la luz de la advertencia romana a la Iglesia alemana, me vuelvo a preguntar: “¿Estamos ante una operación de cirugía estética simplemente? ¿Consideran realmente al Pueblo de Dios maduro? ¿Está la Iglesia dispuesta a escuchar la voz del Pueblo de Dios sobre determinados temas conflictivos: el celibato opcional, el sacerdocio de la mujer, la moral matrimonial, el Derecho Canónico, la elección de Obispos…? ¿Está la Jerarquía abierta a “desjerarquizarse” a fondo en determinados temas? Me gustaría que fuera así…Expectante. ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar…?”. Muchos laicos/as, si se frustra el intento de que en el Aula Sinodal, se discuta de ciertos temas considerados por algunos “tabú”, dirán para este viaje no hacia falta tantas alforjas. Y continuará la “desafección” de muchos cristianos comprometidos…
A mí me parece que si Roma continúa por esa línea puede frustrar un camino que ha ilusionado a mucha gente y ha despertado expectativas. Y el problema es que en la “urbe” no tienen demasiadas respuestas convincentes a las propuestas de la Iglesia alemana, ni de otras. Me da la impresión, que la Sinodalidad, puede poner a la Iglesia Católica en el punto de partida de un nuevo Concilio, no tanto de orden Dogmático, sino Pastoral y Disciplinario.
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