Hoy “aparece la Bondad de Dios y su Amor al hombre” (Tit 3,4) Pregón de la Navidad (24-25.12.2023)
Abramos el corazón al Amor de Jesús
| Rufo González
Hermanos:
(¡Sed bienvenidos a la Misa del gallo que canta en la noche!)
¡Bienvenidos a la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret!
Recordemos datos elementales del origen de Jesús:
nace en el amor de los esposos José y de María;
es lavado y envuelto en pañales;
tiene frío, mama, ensucia, lloriquea, sonríe...;
su cuna es la naturaleza de los pobres.
Mateo y Lucas proponen simbólicamente a Belén,
como lugar de su nacimiento:
afirman que Jesús es realmente el Mesías que esperaban;
ese es el espíritu de la profecía (Miq 5,1-3);
Jesús llena los deseos de justicia y sabiduría del pueblo;
como David, es “hombre según el corazón de Dios” (He 13,22; 1Sam 13,14);
Marcos y Juan no necesitan esta profecía
para reconocer a Jesús como Mesías:
Marcos, al escribir para no judíos,
señala que Jesús “llegó desde Nazaret de Galilea” (Mc 1,9);
Juan, convencido de que Jesús “venía de Dios y a Dios volvía” (Jn 13,3),
el origen terreno carece de importancia.
Podemos celebrar que Jesús nació en Belén:
porque él cumple el espíritu de la profecía;
es “hombre según el corazón de Dios” (He 13,22; 1Sam 13,14);
nace a las afueras de la sociedad poderosa:
donde la vida se mira desde los más débiles;
donde todos son valorados y queridos;
donde los sencillos ofrecen sus dones con alegría;
donde se escucha y se ve la gloria de Dios en todo nacido.
Hoy “aparece la Bondad de Dios y su Amor al hombre” (Tit 3,4):
nosotros somos testigos;
sentimos el Espíritu de Jesús, que nos habita;
oramos en nuestro interior: ¡Padre nuestro!;
como él, perdonamos gratis a quien nos ofende;
trabajamos por una vida digna para todos;
hacemos comunidad:
de hermanos, con la misma dignidad y categoría;
de colaboración según nuestras capacidades y valores.
Hoy“se ha manifestado la gracia de Dios,
que trae la salvación para todos los hombres” /Tit 2,11):
gracia es Jesús mismo, don gratuito del Padre;
gracia es su amor personal a cada ser humano;
gracia es su vida hecha curación para los enfermos,
acogida para los excluidos y despreciados;
denuncia de la hipocresía de los religiosos y ricos;
mesa compartida para hambrientos y marginados...;
gracia es su Espíritu entregado a quienes lo aceptan:
Espíritu-memoria de sus palabras y obras;
Espíritu que ve y oye los quejidos de toda miseria;
Espíritu que conduce a obras como las de Jesús
“y aún con mayores” (Jn 14,12).
Como mensajero de Dios,“os anuncio una buena noticia
que será de gran alegría para todo el pueblo:
hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador,
el Mesías, el Señor” (Lc 2,10s);
por esto estamos alegres y pregonamos al mundo entero:
la vida de Jesús es camino digno para todos;
la vida de Jesús nos realiza como personas;
la vida de Jesús es vida plenamente humana.
Celebremos contentos el nacimiento de Cristo:
Él viene para que tengamos vida en abundancia;
Él nos mira con ternura inmensa a todos y a cada uno;
Él quiere entrar en el corazón, comer y vivir con nosotros;
Él no impone nada, ni exige nada, ni necesita nada;
Él vive con nosotros sencillamente;
Él regala su amor sin límites, incondicional, siempre.
“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os aliviaré” (Mt 11,28):
Jesús a nadie rechaza ni excomulga, a nadie hace mal;
Jesús abraza a los heridos, a los refugiados, sin techo...;
Jesús nos dice a todos:
“Mira, estoy de pie a la puerta y llamo.
Si alguien escucha mi voz y abre la puerta,
entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Apoc 3,20).
Hermanos, abramos el corazón al Amor de Jesús:
así se realiza su Navidad.
¡Feliz Navidad!