En la MIssa d Infants de la fiesta de la Patrona Cañizares: "Que nadie robe a los trabajadores la dignidad del trabajo"
Se celebró en la plaza de la Virgen bajo la amenaza de la lluvia con asistencia de casi un millar de personas que guardaron las distancias y medidas de seguridad.
Como la Virgen al pie de la cruz que por el impulso del Evangelio seamos siempre discípulos más auténticos. Hagamos todo lo que podamos por los parados, por los que han perdido su puesto de trabajo.
| Baltasar Bueno corresponsal en Valencia
“En estos tiempos duros y difíciles de la pandemia es cuando más necesitamos de Ella. El pueblo valenciano siempre a recurrido a Ella en todas sus tribulaciones. Ella es nuestro amparo y esperanza” ha dicho el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la homilía de l MIssa d Infants celebrada a las ocho de la mañana en la plaza de la Virgen, en el día de la festividad popular externa de la Virgen de los Desamparados, Patrona de Valencia y su histórico Reino.
En la plaza, distanciados entre sí, sentados, había cerca de un millar de personas. Con el cardenal concelebraron los Obispos de Alicante, Castellón y auxiliares de Valencia. La Virgen de los Desamparados es Patrona de la región valenciana desde hace 60 años, por Bula del Papa Juan XXIII. Por las restricciones no hubo orquesta sinfónica y cantó la Escolanía de la Virgen, con órgano, bajo la dirección de Luís Garrido. El tiempo amenazó lluvia y minutos antes de comenzar la Misa lloviznó.
En el texto homilético, Cañizares trenzó estrofas del Himno de la Coronación de la Virgen –que en 2023 cumplirá el primer centenario- con los puntos más destacados de la mariología, deteniéndose en la especificidad amparadora de la Virgen, que está junto al dolor y el sufrimiento, como estuvo al pie de la cruz, más en estos tiempos “duros y difíciles” de pandemia, teniendo un recuerdo especial para con los fallecidos y enfermos, así como por los parados.
“Dios no quiere ser Dios sin el hombre, se ha comprometido con el hombre, con todos los hombres, con todos y cada uno de los hombres, especialmente los necesitados de cariño y ayuda. El Hijo de Dios y de María ha entrado en este mundo. Jesús libera a los oprimidos, socorre a los enfermos, consuela a los tristes,… sostiene a los que tienen trabajo o lo han perdido. Ha venido a traer la buena noticia, el amor infinito de Dios por el hombre. Dios nos ama como somos, la persona es sagrario vivo e inviolable, portador de Cristo. Dios ama a los emigrantes, presos, parados, los que son privados de la vida en cualquiera de sus fases, los que pierden la vida por su fe. ..”, dijo.
“Jesús, la Virgen, nos piden nuestra colaboración, que permanezcamos en su amor, que no nos apartemos de él… Como la Virgen al pie de la cruz que por el impulso del Evangelio seamos siempre discípulos más auténticos. Hagamos todo lo que podamos por los parados, por los que han perdido su puesto de trabajo, que nadie robe a los trabajadores la dignidad del trabajo”, subrayó el cardenal, cuya intervención, así como diversas partes de la Misa, fue en las lenguas española y valenciana, alternativamente.
Bajo una fina lluvia
Casi al final de la Misa volvió a lloviznar. Cañizares agradeció a la Virgen que hubiera aguantado la lluvia. El obispo de Castellón desplegó un momento el paraguas, a Cañizares se le puso otro. Junto al altar bajo dosel fue colocada la imagen de la Virgen de los Desamparados, que al final del acto pasó a la catedral para la Misa de Pontifical del mediodía, a cuya término se hará la procesión claustral en sustitución de la de la calle.. Antes la Fallera Mayor Infantil de Valencia, Carla García, leyó la oración de los niños a la Virgen y con su corte hizo una ofrenda de flores, a lo que siguió el canto del Himno de la Coronación –siendo tenor el que lo es de la Catedral el canónigo Miguel Bou, de chaqué- el Himno Regional de Valencia y el Himno Nacional de España.
Esta tarde, la imagen será llevada por las calles de la ciudad a bordo del “maremóvil, recorriendo en otros itinerarios en parte el de la carrera de la procesión dado que hay varios tramos levantados por obras, catas y calicatas. A las seis de la mañana, todos los alrededores de la Basílica de la Virgen y la Catedral estaban cortadas y controladas para evitar aglomeraciones y sólo se pudo acceder al recinto de la Misa por estricta invitación.
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