Pasividades de disminución
Cuántas veces te dices “estoy mal” y no sabes por qué, cuántos días no logramos poner nombre a lo que sentimos ni desciframos de dónde viene. Pero la pasividad más despiadada es la del transcurso...
Cuántas veces te dices “estoy mal” y no sabes por qué, cuántos días no logramos poner nombre a lo que sentimos ni desciframos de dónde viene. Pero la pasividad más despiadada es la del transcurso...