¿Qué es la Inteligencia de la fe?


Toda persona tiene a su disposición la dimensión trinitaria de su inteligencia, lo que no quiere decir que ejerza plenamente de ella. La dimensión racional de la inteligencia (IR) es la más valorada y para muchas personas es casi exclusiva, lo que convierte a estas personas en “fríos racionalistas” y tienen en alta estima a las ciencias naturales. Todo lo que no sea empíricamente demostrable no tiene valor. Se mueven por ideas y principios. Luego los humanos tenemos la inteligencia emocional (IE) que tiene hoy ya muchos seguidores. Son las personas que se mueven por las emociones, por la empatía. Sus defensores quieren desbancar a la (IR) y están en pugna. Y finalmente está la cenicienta de la inteligencia, la espiritual (IES) a la que casi nadie hace caso y que muchas personas pasan a lo largo de su vida sin apenas conocerla. Para que se manifieste necesita del silencio, del recogimiento, del pararse, para encontrar el sentido de la propia vida y del cosmos. Como se puede ver hasta aquí no ha aparecido la fe.
¿Cuándo podemos hablar de la Inteligencia de la Fe? Cuando la IES es iluminada, como don, por la luz del Espíritu Santo, que es el Amor y que hace razonable nuestra fe. El franciscano Javier Garrido en su libro El amor que hace razonable la fe, desgrana el contenido de la fe cristiana, que “es conocimiento, pero peculiar, pues es don de Dios, y no producto de ninguna sabiduría religiosa que, desde nosotros, intente alcanzar a Dios”. Y da la siguiente razón: “Si la fe solo fuese asentimiento y adhesión, quedaría en la superficie del espíritu humano; pero si la fe es luz interior que nos transforma y es comunión de amor con el Dios que se autocomunica creando una historia de amor con nosotros, entonces la fe es vida eterna, el modo propio de relacionarse con Dios: confianza y desapropiación, amor que une a Dios al modo con que Él se entrega” (Sal Terae, Bilbao 2018, 138-139). Por esto, nuestra fe es luminosa cuando amamos, que es cuando encontramos el sentido de las cosas. El Amor es la luz que nos guía.
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