“En la Iglesia no existen las mismas garantías de control del poder que en la sociedad civil” Clausura del Foro Krisare: Solo un profundo cambio estructural puede evitar derivas de abuso en la Iglesia

“No hay cursillo ni buenos deseos que constituyan un sujeto ético maduro, por lo tanto, hay quienes nunca van a ser aptos para acompañar por más que les apetezca o hayan realizado toda formación imaginable”
“Los elementos que conforman el abuso son el poder y las estructuras que lo posibilitan”
“Los pacifistas somos ingenuos (que significa libres) no por ignorancia, sino por vocación”
“Los pacifistas somos ingenuos (que significa libres) no por ignorancia, sino por vocación”
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Intenso sábado para los organizadores de Krisare que acabó con la satisfacción del deber cumplido. Sería pretencioso resumir con detalle todo lo que se dijo, por eso presentaré unas simples pinceladas:

La mañana del sábado la abrió el teólogo Jesús Martinez Gordo quien hizo un sobrevuelo por la historia de la Iglesia en lo que al poder se refiere. Partiendo del versículo Mt. 16, 18: “Jesús le dice a Simón Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia", se habló de las dos exégesis fundamentales de interpretación de este versículo, la que pone el foco en toda la Iglesia como depositaria del poder y la que más tarde focalizaría en Roma el poder en la Iglesia y por extensión en los sucesores de los apóstoles, los obispos, originándose la concentración de poder, legislativo, ejecutivo y judicial que reconoce el Código de Derecho Canónico en su canon 391.

También con la puntualización de la Lumen Gentium que señala el carácter colegial del poder de los obispos.
Según Martínez Gordo la clave del clericalismo es que se trata de un problema teológico de formación y concepción al que no hay que temer abordar.
Martínez Gordo se centró más en el repaso de “aquellos barros” que en “estos lodos”, aunque también la autocrítica llegaba a nuestros días cuando dijo que “en la Iglesia no existen las mismas garantías de control del poder que en la sociedad civil” y que ciertos apelativos como “monseñor”, “ilustrísima”, y demás, tampoco ayudaban.
Hizo un distingo entre poder y autoridad, el primero se concede y el segundo se gana.
Apostó por un cambio profundo de la estructura de la Iglesia, de las comunidades cristianas, de las parroquias, de los consejos pastorales, … donde los consagrados ejerzan su papel puntualmente y en los momentos precisos, pero donde el poder recaiga fundamentalmente en la comunidad: la infalibilidad del Pueblo de Dios.

Tomó el relevo Nurya Cristina Martinez-Gayol, invitada por formar parte del “Proyecto Jordán”, un proyecto de investigación científica sobre las causas estructurales del abuso de poder (incluyendo el abuso de conciencia, de autoridad, sexual, …) en el seno de la Iglesia Católica. Este trabajo que se enmarca en el mundo académico fue encargado por el Provincial de la Compañía de Jesús en España en 2019. El pasado año celebraron su primer Congreso Jordán.
Su objetivo ha sido detectar dinámicas sistémicas abusivas para poder combatirlas y desactivarlas. Este trabajo se ha realizado partiendo de historias concretas y en diálogo tanto con víctimas como con victimarios que han reconocido su responsabilidad y el daño causado.
Nurya matizó que no es lo mismo perdón, reparación y reconciliación.
Entre sus frases más destacadas podemos recuperar alguna: “los abusos sexuales a menores son la parte visible del problema estructural que tiene la Iglesia con los abusos de autoridad”.
Y volvió a insistir más adelante: “Los elementos que conforman el abuso son el poder y las estructuras que lo posibilitan”.
Resultó muy conectada su exposición con la charla anterior.

La mañana la cerró el recientemente nombrado Director de Psicología de la CONFER, Rufino José Meana, que ha dirigido dos proyectos interdisciplinares sobre el tema de abusos, dignidad y equidad amenazados en la sociedad contemporánea.
Aunque su ámbito de trabajo y de estudio ha sido fundamentalmente el civil, hace un tiempo que ha derivado sus conocimientos al ámbito de la Iglesia. Centró su exposición en el tema del acompañamiento, un ejercicio que se manifiesta en diversas circunstancias y escenarios en la Iglesia: la confesión, la dirección espiritual, los cargos de superior, … Por eso empezó por lo que “No tienen de evangélico un acompañamiento que: asfixie la conciencia del acompañado; que menoscabe el sentimiento de dignidad, que exige sometimiento y tolerancia a la humillación; que despoje a la víctima de ser la que lleve las riendas de su vida; si el acompañamiento se pone al servicio de los intereses del que acompaña.”
El acompañante perfecto es el que se vuelve invisible.
“Si mi paso por la vida de otros, como acompañante, no favorece que vayan profundizando en un camino personal de encuentro con Dios en el que yo vaya perdiendo protagonismo hasta ser prescindible, mientras que la persona vaya ganando en sabiduría espiritual y capacidad para discernir, si no es así estoy cometiendo abuso espiritual.”
Meana señaló que “hablar de acompañamiento es hablar del funcionamiento de la Iglesia y de cada una de sus instituciones”. Y hacerlo diciendo que puede haber abusos de todo tipo es “desatar un terremoto que conmociona todo”.
Y nuevamente volvió a salir una llamada a revisar las estructuras de gobierno y de ejercicio de poder en la Iglesia. Este llamado se repitió en las tres ponencias.
Y por terminar las citas de esta ponencia, esta que dice que cualquiera no puede ser acompañante: “no hay cursillo ni buenos deseos que constituyan un sujeto ético maduro, por lo tanto, hay quienes nunca van a ser aptos para acompañar por más que les apetezca o hayan realizado toda formación imaginable.”
Por la tarde abrió el turno de intervenciones Víctor Amado Castro, profesor de Historia Contemporánea y con una larga experiencia de intervención en relaciones internacionales. Conocedor con detalle del conflicto Árabe-Palestino- Israelí, del que habló partiendo de su génesis y los primeros acuerdos que se remontan al año 1949 tras el cual Israel es admitida en la ONU y el 78% del territorio palestino pasa a manos del Estado de Israel.
Fue en los acuerdos de Oslo de 1993 cuando se gesta el embrión del Estado Palestino.
Entre las conclusiones que ofreció Víctor podemos recordar cuando señaló que el Pueblo Palestino no saldrá si no es con los pies por delante de su tierra por mucho que les ofrezca Trump.

A continuación Carmen Magalón, presidenta de la Fundación Seminario de Investigación por la Paz recordó el papel de las mujeres en la lucha por la Paz. Pero previamente quiso aclarar algunas ideas: “la Paz es una cultura que hay que cultivar día a día”. En medio del caos internacional “hay que hablar de las voces de paz. Urge visibilizar las voces de la paz para que abran un horizonte de esperanza.” “Mi concepto de esperanza es una fuerza motriz, sólo cuando esperamos algo trabajamos por ello.”
“La paz se construye desde la cooperación”.
Arrancó una sonrisa aprobatoria de la audiencia cuando dijo: “los pacifistas somos ingenuos (que significa libres) no por ignorancia, sino por vocación”.
Las mujeres han liderado históricamente infinidad de iniciativas y movimientos a favor de negociar el fin de las guerras, y señaló varios ejemplos y recordó a varias de las mujeres que lideraron los mismos.
Enlazando con la conferencia anterior recordó a la organización “Women of the Sun que reúne a mujeres árabes, palestinas e israelíes, que celebraron una marcha el 4 de octubre, tres días antes de que Hamas cometiera la terrible y mortífera incursión.
También le dedicó un tiempo al Congreso Internacional de Mujeres que se llevó a cabo en medio de la I GM en la Haya, en 1915. Ahí nace el feminismo pacifista .
Por último el jesuita Manu Arrue, vinculado desde 2018 a las escuelas del perdón y la reconciliación ESPERE. Es responsable de la comunidad jesuita en Donosti y vive en Loiolaetxea donde desarrollan también un proyecto de integración social.
Con Manu pudimos hacer el ejercicio de recorrer los pasos que pueden llevarte del sanar al perdonar, al reconciliar y al convivir.
Junto a Arantxa una protagonista de estos ejercicios perdón se completó la tarde.
Raúl Alonso hizo una poética síntesis que, a punto estuve de pedirla para colocarla aquí, pero … dije, mejor la disfrutamos los que estamos presentes.

Non solum sed etiam
En ediciones pasadas yo he sido un simple cronista y entrevistador de alguno de los ponentes. En esta ocasión, con mi sencillo papel de moderador, me he sentido parte de este proyecto. Un proyecto que bebe de las fuentes del viejo FRP, pero que tiene identidad propia. Un proyecto que algunas voces juzgan no diocesano por los temas que toca, las personas que trae, y la falta de celebraciones litúrgicas en el programa.
Yo siempre les he reivindicado eso, que un Padre Nuestro nunca estaría de más. Pero también son muy libres de hacerlo como les guste. También sus antecesores recibieron el rechazo de algunos sectores y fueron tachados de izquierdas, de rebeldes, de herejes, … insisto “hay Libertad en la casa de Dios!!!”
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