Tiempo de la Creación “Nóstos”; el camino de regreso al hogar
Comienza el Tiempo de la Creación, de nuevo la Iglesia se suma a esta celebración que se prolonga durante un mes. Para oír el lamento de los más pobres y el planeta, una oportunidad que no podemos desperdiciar.
| Antonio A Garrido Salcedo
La Odisea de Homero, marca junto con la Ilíada el punto de origen de la literatura occidental. Un trayecto por el mar Mediterráneo donde Ulises, el héroe de Troya, se sobrepone durante diez años a diferentes retos para poder llegar a Ítaca, su hogar.
Este anhelo del ser humano, se ha repetido una y otra vez a lo largo de la historia; la búsqueda interior de cada individuo de reencontrarse a sí mismo y tener un lugar donde establecerse, un hogar, el concepto griego del “nóstos”. Tenemos múltiples ejemplos de todo tipo: la tierra prometida del pueblo de Israel con su peregrinación a través del desierto, la fortaleza del Wahalla refugio de los dioses nórdicos o Dorothy buscando Kansas tras visitar el mágico mundo de OZ.
Todos emprenden este tortuoso camino hacia su hogar, la idea del “Oikos” griego, que engloba tanto el lugar que uno habita, como su familia. Término del que además derivan múltiples conceptos como: ecuménico, economía o ecología.
“¿Una casa para todos? Renovando el oikos de Dios” es el lema escogido para la celebración del Tiempo de la Creación, ante nosotros se abre un nuevo periodo de escucha y reflexión. Una oportunidad para observar y entender las múltiples interrelaciones que existen en el mundo de hoy, donde el hombre se erige como custodio y protector, con todo lo que ello conlleva. Sin olvidar nunca que tiene su origen en el amor de un Dios Padre y Creador.
Renovar este oikos, solo puede ser posible con los valores del Reino, el bien, la libertad, la verdad y la justicia. Esta plenitud se debe manifestar primero en las relaciones que tenemos con los demás miembros de nuestra comunidad, como punto de origen. Sin ello, será imposible ir más allá para comprender la vinculación que une a toda la Humanidad
Lo ha señalado recientemente el Papa Francisco, la Laudato Si´ no solo responde a un mensaje verde, es una encíclica social, sobre la que urge un proceso de catequesis. Puesto que todo está conectado, y la más nimia acción de nuestro comportamiento conlleva una consecuencia para toda la sociedad. En un mundo cada vez más globalizado e interconectado es primordial reforzar los lazos de fraternidad y solidaridad que nos unen.
Debemos por tanto, profundizar en la oikofilia, ese amor al hogar, esos lazos que nos unen con el lugar en el que vivimos y las personas que lo habitan, que queremos preservar y legar a las generaciones posteriores. Ese lugar en el que dejamos el “yo” a un lado, para empezar a ser el “nosotros”, y que nos impulsa a todos a seguir adelante pese a todos los avatares.
Que este Tiempo de la Creación sirva para comenzar nuestro propio “nóstos”, con verdaderas acciones desde una profunda reflexión, y de este modo poder aportar nuestro grano de arena en la defensa de nuestra Casa Común.